Película de 1961 dirigida por George Pollock. La señorita Marple viaja en tren cuando es testigo de un asesinato en otro tren que les está adelantando, aunque las cortinas le impiden ver al criminal. Tras denunciarlo a la policía inutilmente porque no encuentran ningún cadáver, decide investigarlo por su cuenta, por lo que se ofrece a trabajar en la casa en cuyas tierras piensa que arrojaron el cadáver.
Primera de las cuatro películas que dirigió Pollock sobre las aventuras de la conocida señorita Marple basándose en las novelas de Agatha Christie. Está bien rodada, la trama es muy interesante pero la música distorsiona por completo. La historia es entretenida gracias al ingenio y personajes creados por la gran dama del misterio, estando adaptada de una manera adecuada para la pantalla. El reparto está bien elegido, en especial a Margaret Rutherford que le da al personaje principal un aire pícaro muy apropiado y simpático. Está bien ambientada y la fotografía es buena, pero la música de Ron Goodwin encajaría más en una screwball que en una cinta de suspense, aunque tenga sus momentos cómicos. Lo peor es que la banda sonora se repitió en las posteriores aventuras.
Entretenida y simpática.
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