Película de 1961 dirigida por el maestro William Wyler. Dos chicas y una señora dirigen un colegio interno para niñas. Una de las peores en actitud inventa una mentira acusando a las dos profesoras de tener relaciones, lo que hace que todos los padres saquen a sus hijas y se extienda el comentario con repercusiones drásticas.
Wyler abordó el tema de la sexualidad de una forma sensible pero directa y mostrando los prejuicios de la sociedad al respecto. Sin duda que fue muy valiente y provocó que muchos le tildaran de todo, pero hace un tratamiento elegante y profundamente humano del tema, sin vanalizarlo en absoluto. Hoy en día puede haber quedado como algo tímido o insuficiente, pero en realidad es más inteligente que la mayoría de películas sobre el tema que podamos ver. Wyler demuestra su talento y el cuidado que pone en cada toma, pues rebosa de elegancia en lo visual y sensibilidad en el mensaje. La cálida y nítida fotografía de Franz Planer es excelente, cualquier escena está bellamente captada, y que hace que luzca aún más la espléndida dirección artística. El guión de Lillian Hellman es también brillante, con unos personajes interesantes y muy creíbles, y denunciando la estupidez de la sociedad. Las interpretaciones son magníficas, con Audrey Hepburn y Shirley MacLaine a la cabeza, acompañadas de James Garner y unas estupendas secundarias, como Fay Bainter, Miriam Hopkins, Karen Balkin, etc.
Excelente.
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