Película de 2011 dirigida por Martin Scorsese. Hugo es un niño huérfano que vive escondido en una estación y se encarga de mantener los relojes en funcionamiento. De su padre sólo le queda un autómata que estaba reparando pero que le falta la llave para accionarlo, con una forma de corazón. Le va robando las piezas a un juguetero de la misma estación, hasta que éste lo descubre y empiezan a tener una peculiar relación.
Magnífico homenaje de este gran director a uno de los pioneros de este arte/industria: George Melies. Adaptando la novela de Brian Selznick con un estupendo guión, cuenta en segundo plano la curiosa historia de este hombre que, estando olvidado, fue recuperada su figura para darle el reconocimiento que se merecía. La historia principal es casi como un cuento, la aventura que vive un huérfano que vive cuidando los relojes de una estación parisina mientras intenta arreglar un pequeño robot. Scorsese cuida el aspecto visual como pocas veces para darle ese halo mágico y consigue mostrarnos un París con un encanto especial y una estación de cuento. Todo está a gran nivel: la dirección artística, el vestuario, la banda sonora, el montaje, los efectos visuales, la interpretación... Sorprende la actuación del niño, Asa Butterfield, y su compañera, Chloe Grace Morets, que dan sobradamente la talla ante actores como Ben Kingsley, Christopher Lee, Jude Law y Sacha Baron Cohen.
Espléndido homenaje a una figura clave de este arte.
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