Película de 2011 dirigida por J.C. Chandor. En un banco de inversión despiden a un gran porcentaje de trabajadores, incluido un responsable de riesgos que está trabajando en el análisis de la situación por la que están pasando. Un subordinado esa noche completa el trabajo y descubre que el riesgo que está asumiendo la compañía es mayor que el valor de sus activos, por lo que avisa a su jefe y esa misma noche acaban reunidos los máximos responsables de la firma. La decisión que deben tomar es asumir la quiebra o venderlos a cualquier precio para salvar algo aunque sea a costa de inundar el mercado de activos "tóxicos".
Interesante drama que viene a reflejar una parte del origen de la actual crisis y, muy especialmente, del egocentrismo y falta de escrúpulos/honestidad de las instituciones financieras. Muestra cómo hay personas que viven ajenas a la realidad de la mayoría de humanos, que hacen dinero a millones con el dinero de aquéllos y que no les interesa nada más que ellos mismos. El propio Chandor es el autor del espléndido guión que constituye la espina dorsal de la cinta, pues prácticamente consta de guión e interpretaciones. La trama suena muy real, aunque a veces se echa en falta algo más de explicación para que el espectador pueda entender el motivo de la hecatombe. Tiene un gran reparto que destaca por su resultado: Jeremy Irons, Kevin Spacey, Paul Bettany, Stanley Tucci, Demi Moore, etc.
Inteligente drama sobre el mundo de las finanzas.
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