Película de 1946 dirigida por Robert Siodmak. Un hombre aparece asesinado y la investigación apunta claramente a su novia. El caso se complica porque la policía consigue testigos que la vieron en el lugar del crimen y otros que la situaban a la misma hora en otro lugar. Finalmente encuentran la explicación al descubrir que son dos hermanas gemelas, pero no pueden detener a ninguna pues nadie es capaz de diferenciarlas y ellas mismas no se delatan.
Siodmark realiza una adaptación de la historia original de Vladimir Pozner sobre una pobilidad de acometer el crimen perfecto. Combina en buenas dosis el misterio policial, la intriga/drama psicológica y hasta algo de romance. Destaca la doble interpretación de Olivia de Havilland dando vida a una inocente chica y a otra fría y despiadada, con dos espléndidos trabajos. También hay que elogiar el trabajo de realización y de efectos que hacen posible que veamos a estas dos hermanas en los mismos planos y hasta dialogando entre ellas de una manera muy creíble. Cuenta con una excelente fotografía de Milton Krasner, que saca provecho de ciertos ángulos, texturas y sombras para reforzar la atmósfera de misterio y tensión, así como un buena banda sonora de Dimitri Tiomkin. Entre el reparto hay nombres tan ilustres como Thomas Mitchell y Lew Ayres.
Buen thriller policíaco y psicológico.
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