Película de 1969 dirigida por Joshua Logan. Por accidente en una travesía un aventurero encuentra oro al socorrer a un granjero. Esto atrae a todo tipo de hombres que se ciegan con el codiciado metal y se crea un poblado masculino de buscadores de oro. Poco a poco dicho campamento va creciendo para convertirse en una población donde prevalece la locura del oro, el alcohol y la prostitución.
Uno de los mayores clásicos rodados sobre la fiebre del oro americana combinando un western y un musical. Logan consigue un buen resultado en ambos géneros destacando el musical por varias composiciones realmente excelentes de Frederick Loewe que son ya parte de la historia de este arte y que todos tenemos en la cabeza. Incluye bastantes números musicales que hacen que la duración supere las 2,5 horas, pero tampoco se hace excesivamente larga porque funciona bien la mezcla de aventuras, la comedia (mucha ironía y sarcasmo) y las escenas musicales. Sin duda que esa conjunción de géneros era muy atrevida pero Logan superó con creces el reto. El guión de Lerner y Chayefsky destaca por el ingenio que luce al ironizar sobre casi todo lo que toca, como el puritanismo, la fiebre del oro, el matrimonio, etc. Buena parte de las mejores frases las dice perfectamente un gran Lee Marvin que borda su papel y donde saca mucho provecho a su voz grave, y está bien acompañado por Clint Eastwood y Jean Seberg.
Divertido clásico musical.
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