Película de 2010 dirigida por los hermanos Hughes, Albert y Allen. Han pasado bastantes años desde que se produjo un apocalíptico hecho en la Tierra y son pocas las personas que se salvaron, teniendo que vivir en una desoladora situación. Un hombre se dirige caminando hacia al oeste intentado salvar los obstáculos que encuentra. Llega a un poblado donde el líder persigue sin descanso la búsqueda de un libro que, casualmente, lleva ese caminante. Pero éste tiene como misión llevarlo más al oeste, por lo que el enfrentamiento será seguro.
Los hermanos Hughes traen una historia que es en buena medida una mezcla de Mad Max y The road, pretendiendo la acción a lo western de la primera (con tintes de samurai) y el mensaje apocalíptico de la segunda. Realmente coge el marco de la segunda, una humanidad casi desaparecida y en la que el canibalismo se ha convertido en una de las pocas formas de vida viables por la ausencia de alimentos de cualquier clase y en donde el agua es de los bienes más valorados. Y el desarrollo es más del tipo de un western futurista donde el protagonista tiene que enfrentarse sin ningún tipo de miramientos a los peligros que le acechan en el camino. Por ello es más una cinta de acción que cualquier otra cosa, con el principal atractivo de su excelente pareja protagonista, Denzel Washington y Gary Oldman. Los dos dan una solidez a su papel que, sólo por su trabajo, ya merece la pena ver la película pues están a su nivel habitual. Por lo demás, sólo destacar la buena fotografía de Don Burguess que juega inteligentemente con los colores, haciéndolos casi desaparecer al subir la luz para dar una mayor sensación de desolación y desesperación causada por la catástrofe sufrida.
Entretenida y con protagonistas de lujo.
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