Película de 2007 dirigida por Jon Avnet. Se acerca la ejecución de un condenado a muerte cuando el prestigioso psiquiatra que testificó en su contra, y al que el criminal considera clave en su sentencia, recibe una amenaza de muerte anunciándole que en 88 minutos morirá. Esa misma mañana aparece el cadáver de una estudiante suya con la misma apariencia que el verdadero asesino, así que se empieza a pensar que el condenado es inocente.
Entretenido thriller por su acción y atmósfera si el espectador se deja llevar y no pretende analizar la credibilidad de la historia. Y es que el argumento base es interesante pero se desarrolla sin consistencia y con la intención de dar giros para sorprender al espectador a toda costa. Esto hace que tenga lagunas y no sean creíbles los giros ni el desenlace. Cuenta con una megaestrella como Al Pacino que le da un atractivo especial aunque realmente no haga una actuación acorde a su talento. Igualmente Avnet está lejos de ser aquel brillante director que cautivó con Tomates verdes fritos y hace una cinta comercial muy convencional y poco sólida.
Thriller palomitero.
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