Película de 2002 dirigida por Chuck Russell. Un gran luchador consigue liderar un ejército que triunfa en cada batalla gracias al valor y habilidad de sus soldados así como contar con una hechicera que predice lo que va a suceder, de forma que pueden preparar con ventaja las batallas. Un pueblo amenazado contrata a unos mercenarios para defenderlos pero fracasan. Un superviviente se obsesiona con cumplir su misión y matar al líder cruel.
Tras el éxito de las dos entregas de La momia de Sommers, se hizo este spin-off de la segunda aprovechando un personaje interesante como el rey escorpión. Supuso el lanzamiento al estrellato cinematográfico de Dwayne "The Rock" Johnson proviniente del mundo deportivo y tuvo mucho éxito de forma que se rodaron varias secuelas. Lamentablemente la historia no tiene la chispa. el ingenio, el humor, las aventuras ni el encanto de las dos películas de Sommers aunque coescribe el guión. Russell busca el espectáculo visual en todo momento a costa de todo, de forma que cualquier espectador mínimamente exigente acabará desilusionado. Parece dirigida a un público adolescente para el que una sucesión de fuegos artificiales puede ser suficiente.
Cine palomitero flojo.
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