Película de 1964 dirigida por Bernhard Wicki. Una viuda multimillonaria regresa a su humilde pueblo de origen donde todos la esperan con gran expectación. Toda la población está muy empobrecida debido al cierre de las minas que mantenían la actividad económica y esperan que la mujer les ayude. Lo que no imaginan es que ella ha vuelto sólo para vengarse de aquellos que la trataron mal, especialmente de su antiguo novio que la abandonó para casarse con una chica de familia acomodada.
Adaptación de la obra de teatro de Friedrich Durrenmatt que plantea la duda moral entre la justicia y la venganza. Es una historia muy interesante que muestra las raíces del rencor y la fragilidad de la moral humana, muy fácil de manipular. Wicki hace una puesta en escena muy sencilla y deja toda la cinta en manos de la historia y de las interpretaciones, consciente de tener una pareja protagonista de gran altura. Ambos aspectos, historia y actores, hacen que la película sea bastante buena, aunque se percibe excesivamente el aire teatral que tiene. La pareja está interpretada por Anthony Quinn e Ingrid Bergman estando ambos a gran nivel. luciendo dignamente la madurez que tenían en ese momento. Posiblemente con otro director de más talento la cinta habría alcanzado mayores cotas de crítica y público.
Buena película, muy poco conocida.
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