Hitchcock se aleja de su terreno habitual y se adentra dentro de la comedia romántica. La primera mitad de la película es bastante buena, muy ágil y con momentos bastantes cómicos. El guión de Norman Krasna contiene diálogos ingeniosos y situaciones graciosas en esta primera mitad. Sin embargo, se va estancando y acaba perdiendo el ritmo, haciéndose un poco lenta y hasta algo pesada. Los actores están muy bien en esa primera mitad pero acaban sufriendo las situaciones un poco repetitivas de la segunda mitad, por lo que les vemos una y otra vez con el mismo registro. Entre éstos, Carole Lombard destaca sobre todos con su innatas condiciones para este género.
Entretenida, pero va de más a menos.
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