Bajo la búsqueda de la verdad en el caso de homicidio se halla otra búsqueda más profunda, y es la de la naturaleza real del ser humano: bondadosa o cruel, egoísta o generosa. Kurosawa dirige con mimo esta cinta, cuidando todos lo detalles y utilizando una estructura narrativa que le da fuerza a la trama: uso de los flashbacks por los que los participantes y el testigo nos cuentan los hechos. Tiene buenas interpretaciones (con dos de sus actores habituales Toshiro Mifune y Takashi Shimura), personajes de contraste, y estupendas fotografía y música; todo de una gran calidad. El único inconveniente es que le falta a veces algo de fluidez, pues algunas escenas las alarga innecesariamente, rompiendo el ritmo narrativo.
Buena película, con interesante trama contada de manera original, aunque a veces se hace algo lenta.
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