Comedia romántica de 1940 del gran, aunque no muy conocido, Mitchell Leisen. En un juicio por robo a una bella chica a las puertas de Navidad, el fiscal devuelve una jugada al abogado defensor y consigue retrasar la vista hasta después de las fiestas. Pero después siente remordimientos de hacer pasar a la señorita la Navidad en la cárcel por lo que paga la fianza. Con lo que no contaba era que ella pretendería irse con él a pasar tan entrañables fechas...
Leisen vuelve a realizar una sólida película basada en un gran guión de Preston Sturges. Básicamente es un bonito cuento de Navidad, con algunos buenos momentos cómicos, desarrollando la historia de amor que va surgiendo entre el fiscal y la ladrona. Es una cinta modesta y sencilla, con una buena fotografía de Ted Tezlaff, y muy bien dirigida, todo fluye con gran naturalidad. Fred MacMurray y Barbara Stanwyck están geniales (pareja que se inmortalizaría gracias a (Perdición), con unas interpretaciones muy creíbles.
Bonita historia de Navidad que merece la pena ver.
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