Neill vuelve a rodar otra aventura de Sherlock Holmes y lo hace con muy buen oficio. Aunque al principio parece querer adentrarse algo en el género de terror, acaba centrándose en el policíaco con las investigaciones del detective y del inspector jefe Lestrade. La trama es interesante, con bastantes personajes en la mansión lo que hace más difícil el caso, y la va desarrollando apropiadamente. Vuelve a introducir elementos que le añaden un halo algo fantasmal, acentuados con un extraño ritual dirigido por un enigmático sermón y un reloj que con sus campanadas presagia los asesinatos. Buena fotografía y con los siempre estupendos Basil Rathbone y Nigel Bruce.
Muy entretenida, recomendable incluso para los no aficionados a este personaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario