El experimento Filadelfia

Película de 1984 dirigida por Stewart Raffill. Durante la II Guerra Mundial el ejército americano desarrolla un generador de campos electromagnéticos que consigue la invisibilidad de las naves ante los radares. Deciden probarlo en un puerto de Filadelfia, pero lo que al principio parece un éxito se torna en sorpresa al hacer desaparecer completamente al barco. Dos de sus tripulantes saltan en el tiempo desde 1943 hasta 1984, por lo que se le une al desconcierto de lo que ha pasado el increíble cambio de forma de vida. Película que aprovecha las leyendas que hay sobre un supuesto experimento del ejército en que desapareció un barco militar, apareció a 600 km de forma instantánea y luego volvió con algunas terribles consecuencias para varios marineros. A partir de estos rumores Raffill crea una historia de ciencia ficción sobre un viaje en el espacio desde 1943 a 1984. A la propia trama de suspense sobre lo que ocurre y su porqué, le une una historia romántica (que es lo peor de la película porque no se sostiene por ningún lado) y las habituales notas de humor por el choque cultural. Como es habitual en el género, se intenta dar una explicación física al hecho para darle un velo de realismo, lo cual se desmonta al desarrollar la trama con poco ingenio. En general, se ve muy inocentona en todos los aspecto, faltándole más contundencia y tensión, además de sobrar la relación inverosímil que se inventa. En parte esa falta de atmósfera se debe (o provoca) a unas interpretaciones muy planas, con falta de intensidad. El peor es Michael Paré que en ningún momento se le ve metido en la aventura que está viviendo. A su lado los demás parecen buenos, pero tampoco hacen trabajos destacables, como Nancy Allen, Eric Christmas o Bobby Di Cicco. Los efectos especiales han quedado muy anticuados pero se ven con cierto encanto. Fallida cinta de ciencia ficción a pesar de tener un buen argumento principal y que se base en una leyenda urbana.