martes, 12 de febrero de 2013

Once

Película de 2006 dirigida por John Carney. Un músico que saca un dinero extra y desarrolla su afición tocando en una de las calles principales de Dublín conoce a una chica atraída por sus composiciones. También ella ama la música y toca el piano, por lo que empieza a desarrollarse una amistad entre ellos. Además, su situación personal también es parecida, pues la novia de él se ha ido a Londres y el marido de ella está en otro país. Modesta producción irlandesa con pocos recursos pero muchísimo talento. Rebosa sensibilidad, autenticidad (tanto que no es predecible porque estamos acostumbrados a ver en el cine lo que no suele ocurrir de verdad) y una calidad musical excelente (a pesar de su escaso poder comercial, con un presupuesto de menos de 200.000 €, consiguió reconocimientos como el oscar a la mejor canción). Toda una grata sorpresa para los amantes del cine en general y la música en particular. La banda sonora es de la propia pareja protagonista y es extraordinaria, música "sencilla" (guitarra, bajo, piano y batería en la pieza más completa) pero de enorme belleza, con varias canciones brillantes y unas interpretaciones increíbles, muy sentidas (Falling slowly se llevó los premios pero hay otras como When your mind's made up que también se lo merecían). Como actores se ve que los participantes no son profesionales, aunque Glen Hansard hace un trabajo muy digno (por encima de Markéta Irglóva y del resto). Se nota la falta de medios en muchos aspectos, pero también se nota que está hecha con mucho cariño y, especialmente, talento. Toda una demostración de que el dinero no es lo principal para hacer una buena película. Bonita, entretenida y con canciones soberbias.

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