Película de 2010 dirigida por Luc Besson. Una periodista busca la manera de resucitar a una momia que fue médico del faraón porque cree que podrá curar a su hermana que está como un vegetal debido a un trágico accidente. Aunque va a Egipto a buscarla y tiene que vivir peligrosas aventuras, es finalmente en una exposición en París donde las encontrará. Pero la persona que puede despertar a la momia está ahora extrañamente vinculada a un pterodáctilo que ha nacido en el museo para desconcierto general y al que el gobierno trata de matar.
Pretenciosa cinta de Besson que pretende emular el éxito de la excelente Amelie, desde los parecidos títulos originales hasta la estética, pasando por el estilo narrativo. Se preocupa mucho por la estética con una cuidada ambientación, buenos efectos especiales y una colorida fotografía. Todos los apartados relacionados con la imagen tienen un nivel considerable, pero es en el guión y hasta la dirección donde fallan, ambos del propio Besson adaptando un cómic de Tardi. En la historia quedan muchos asuntos por explicar que sólo se entendería si fuese una cinta infantil pero, debido a un par de detalles innecesarios, tampoco es del todo adecuada para los más pequeños. Pretende imprimir dos estilos a la historia, uno aventurero y otro cómico. El primero lo consigue sólo al principio para luego ir disipándose hasta prácticamente desaparecer; mientras que el segundo no lo alcanza nunca porque, salvo algún detalle simpático, carece de gracia en general a pesar de intentarlo una y otra vez. El espectador es sorprendido por un buen arranque gracias a la estética, el estilo con narrador que presenta con mucha ironía a los personajes, y las aventuras iniciales, para acabar bastante decepcionado.
Calidad visual pero historia sin interés y mal contada.
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