Película de 1953 dirigida por Samuel Fuller. Un carterista roba en el metro el bolso a una chica sin imaginar lo que lleva en él y que la policía le sigue porque sabe que lleva un microfilme con secretos de Estado para los comunistas. El ladrón consigue escapar pero enseguida tendrá tras él a la policía y a los espías que traficaban con esa información.
Fuller escribe y dirige esta cinta de cine negro sobre espionaje y con aires patrióticos al luchar contra los comunistas. La trama es interesante y está bien planteada, con un robo inocente que resulta complicar mucho la vida a los que están alrededor porque, inadvertidamente, en el paquete sustraído se encuentra algo de gran valor, un secreto de estado en esta ocasión. Fuller desarrolla la historia de forma algo ruda, con caracteres violentos, pero en la que falla completamente la relación que se origina entre la chica y el carterista. Es tan absurda que hace que se rebaje mucho la calidad de la película, todo un agujero en la línea de flotación. Incluso hay otros aspectos ·"forzados", como la personalidad, valentía, elegancia e ingenio del protagonista, que podrían ser perdonables, pero no lo anterior. Cuenta con un buen protagonista de renombre como Richard Widmark, pero es la secundaria de lujo Thelma Ritter quien brilla con luz propia con una excelente interpretación. También tiene una buena fotografía de Joe MacDonald que aprovecha bien las situaciones, especialmente las escenas nocturnas, para lucirse.
Buena aunque le perjudica mucho la ridícula relación entre los protagonistas.
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