Película de 1982 dirigida por Ridley Scott. Estamos en el primer cuarto del siglo XXI y es común el uso de robots. Algunos se han perfeccionado tanto que parecen como humanos, pero se les dedica a trabajos en el espacio y se les prohíbe venir a la Tierra bajo pena de muerte. Hay un cuerpo de policía, los Blade Runner, que son los encargados de ajusticiar a aquellos que incumplen esta regla. Uno de los más conocidos es llamado para que ayude en la búsqueda de un pequeño grupo que ha llegado al planeta tras matar a varias decenas de personas.
Obra de culto y película de referencia en el género de ciencia ficción por méritos propios. Poco después de la magnífica Alien, Scott volvía a sorprender con otra cinta futurista en forma de thriller adaptando la novela del experto en el género Philip K. Dick. Éste tuvo la oportunidad de comentar el guión y hasta algunas escenas con el director y, aunque con alguna discrepancia, acabó respaldando el proyecto (lamentablemente murió poco antes de su estreno). La ambientación es absolutamente maravillosa recreando la ciudad de Los Ángeles del futuro (casi el presente hoy en día), con unos espléndidos efectos especiales, maquillaje, vestuario, decorados, etc. La historia tiene una buena trama policíaca con dosis de intriga y de drama, dejando algunos diálogos excelentes y un final que deja que el espectador interprete su significado (en el montaje del director, en el inicial la productora impuso un final feliz y claro). La banda sonora de Vangelis es mítica y conocida por todos. Las interpretaciones están acordes al resto, con unos estupendos Harrison Ford, Rutger Hauer, Sean Young, Daryl Hannah, Edward James Olmos,... Para disfrutar como puro entretenimiento o algo más.
Todo un clásico reciente.
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