Película de 2001 dirigida por Rod Lurie. Un reconocido y prestigioso general es condenado y llevado a una prisión militar. Al frente está un estricto coronel que la gobierna con mano muy dura, lo que hace que los prisioneros se dirijan al general para que use su influencia para informar al alto mando. Tras rechazarlo, en poco tiempo se da cuenta que es un tirano que no duda incluso en matar a aquellos que le desafían, así que decide actuar. Traza un plan para tomar el control de la prisión para hacer notar al cuartel general que lo que allí sucede debe pararse y destituir al coronel.
Producción sobre prisiones, en este caso militar, en la que el alcaide es un tirano y los prisioneros se unen alrededor de un líder para organizar un motín. Aunque la trama es previsible, la acción es entretenida (aunque hay aspectos poco soportados) y tiene un buen duelo de caracteres entre los dos protagonistas sobre liderazgo y estrategia. Ademas, están interpretados por el gran Robert Redford y el recientemente desaparecido James Gandolfini, por lo que la calidad del duelo se eleva enormemente a pesar de que ninguno se luzca como en otros ocasiones. Están acompañados por un buen equipo de actores como Mark Ruffalo, Delroy Lindo y otros. Se podía haber sacado mucho mas provecho al argumento y a los actores pues queda bastante superficial.
Entretenida.
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