Película
de 2012 dirigida por Robert Zemeckis. Un veterano piloto emprende un viaje
comercial rutinario tras haber pasado la noche bebiendo. Hay tormenta pero el
avión supera las turbulencias y parece encontrar una zona tranquila. Pero de
repente cae en picado y el piloto muestra su enorme pericia para disminuir la
tragedia. Tras el accidente se abre una investigación donde, por un lado, se
alaba la gran habilidad del piloto pero, por otro, se empieza a dudar sobre si
estaba ebrio y si ello fue el origen del desastre.
Tras
varios proyectos dirigidos al público familiar y más pequeño, Zemeckis afronta
una historia seria que pretende hacer pensar al espectador (hasta ponerlo en un
dilema moral sobre el protagonista) además de entretenerlo con un buen drama.
Tiene dos pilares básicos: el guión original de John Gatins y la interpretación de un magnífico
Denzel Washington con un recital encarnando a un alcohólico. Zemeckis muestra
sus habilidades con las escenas de acción y efectos especiales con el
espectacular accidente, tanto en las imágenes como en la forma de producirse. Pero
tan sólo es una escena pues el resto de cinta trata sobre las personas, sus
debilidades, egoísmo, etc., y también luce un nivel fantástico. El guión funciona como un reloj suizo mostrando los diferentes personajes y desgranando poco a poco sus historias alrededor del controvertido héroe. Además del soberbio trabajo de Washington sus compañeros están a la altura con grandes interpretaciones de Kelly Reilly, Don Cheadle, Bruce Greenwood y John Goodman.
Espléndido drama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario