Película de 2002 dirigida por Guillermo del Toro. Unos nuevos seres más poderosos que los vampiros empiezan a atacarlos y convertirlos a esta nueva especia. Por ello, el líder de los vampiros le sugiere a Blade hacer una alianza temporal para intentar batir a este nuevo enemigo común. Tras la desconfianza inicial, entiende que es conveniente porque acabarán siendo una amenaza para los humanos.
El director mejicano se hace cargo de la primera secuela de la exitosa Blade que adaptan los cómic de la Marvel. Mantiene la cuidada estética de la primera, siendo uno de los pilares de la cinta, e incluso potencia su tratamiento tras el torbellino que supuso Matrix. Realmente el núcleo de la cinta es acción sangrienta con los luchadores vestidos de cuero negro, utilizando para ello una trama bastante retorcida de vampiros y otras criaturas. Seguramente gustará a los aficionados a la lucha, vampiros y la sangre, pero no mucho a los demás, siendo no apta para los espectadores más sensibles. El resultado es inferior a la primera, peor historia y escenas que buscan sólo la espectacularidad del momento.
Cine palomitero dirigido sólo a los fans de la saga.
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