Película de 2013 dirigida por Antoine Fuqua. El jefe del servicio secreto dedicado a la protección del presidente es apartado tras un trágico accidente. Poco tiempo después se ve obligado a volver a la Casa Blanca cuando es blanco de un agresivo y ambicioso ataque terrorista que la acosa hasta el punto que parece que van a tomarla por completo y hacer rehén al propio presidente y su equipo. Nadie, y menos los terroristas, cuenta con este agente y acabará convirtiéndose en la única esperanza para abortar el atentado.
Fuqua rueda una cinta que parece llevar la trama de Alerta Máxima a la Casa Blanca. Esto significa mucha acción y un ritmo trepidante sin tener un argumento ni guión mínimamente sólidos y creíbles. Tiene muchas escenas de acción con efectos solventes que a buen seguro harán las delicias de los aficionados a este tipo de cintas. Los que no busquen sólo eso será mejor que no la elijan porque no les gustará. El reparto funciona para su fin con el fornido Gerald Butler a la cabeza y dos buenos actores como secundarios principales, Morgan Freeman y Aaron Eckhart.
Cine palomitero 100%
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