Película de 2012 dirigida por Tom Hooper. Un presidiario huye de los trabajos forzados a los que estaba sometido y es perseguido implacablemente por un oficial durante décadas. En ese tiempo, el preso se hace un hombre honrado y reputado, cambiando su vida cuando se hace cargo de una niña huérfana. Mientras tanto, el entorno social de la Francia de primeros del XIX se va enrareciendo camino de un intento de revolución.
Hooper lleva a la gran pantalla el famoso musical que triunfa por todo el mundo y que es la adaptación de la conocida novela de Victor Hugo. No se trata de un musical tradicional en el sentido que es una película "normal" con números musicales, sino que todo el drama es cantado, apenas tiene unas líneas habladas. Ese aspecto junto con su duración (dos horas y media) y el hecho de tener que ir leyendo la traducción (para los no angloparlantes) puede hacer su visionado bastante pesado. Todo lo visual es espectacular, con una gran dirección artística, vestuario, maquillaje, fotografía.... y magníficas interpretaciones, pero con una dirección torpe. Hooper falla estrepitosamente eligiendo los planos y los movimientos de cámara, abusando hasta el extremo de primeros planos y del zoom, con movimientos torpes e innecesarios que marean al espectador y no haciendo otros que mejoren la captura de las escenas. Además de ser inapropiados los planos, desaprovechan el cuidado entorno que tienen los actores. Éstos están sobresalientes en sus respectivos papeles, destacando un maduro y sólido Hugh Jackman como protagonista y Anne Hathaway en su breve pero intenso trabajo. Lo concerniente a la música es brillante, con hermosas melodías interpretadas con gran calidad.
Desigual y peculiar musical.
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