sábado, 19 de octubre de 2013
El hombre que sabía demasiado
Película de 1956 dirigida por el maestro Alfred Hitchcock. Un médico americano visita Marruecos con su esposa y su pequeño hijo. Allí conocen a un misterioso francés y a una pareja británica. En una visita a un mercadillo presencia el asesinato de un hombre que resulta ser el francés, y cuando el americano le intenta atender le susurra la trama de un crimen que se va a producir en Londres. Entonces la pareja británica desaparece con su hijo y le amenazan para que no cuente a la policía lo que el francés le reveló antes de morir. Como no pueden ir a la policía, deciden buscarlo ellos directamente.
Para su película número 48, el maestro decidió hacer un remake de una historia que rodó en su época británica. Es un thriller que trata algo tan trágico y delicado como el secuestro de un niño. La trama no es muy creíble, pero es la genialidad de Hitchcock quien eleva esta obra a un excelente nivel en todos los sentidos. Tiene algunas escenas extraordinarias, como la del Albert Hall, donde rueda innumerables planos y enlaza como pocas veces hemos visto una pieza musical con un clímax en la historia, alcanzando unos diez minutos del mejor cine de suspense jamás rodado. Es intrigante, muy entretenida y con algunos detalles de buen humor típicos del británico. La protagoniza el actor preferido del maestro, el gran James Stewart, quien hace un trabajo magnífico y que estaba en el proyecto desde el inicio. Le acompaña una buena Doris Day que sorprendió positivamente incluso al propio equipo. La banda sonora la dirige el colaborador habitual Bernard Herrmann que también hace el papel del director de orquesta. El tema principal, Qué será, será, de Jay Livingston y Ray Evans tuvo un gran éxito y es conocido por todos.
Espléndida cinta de intriga.
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