El padrino

Obra maestra de 1972 dirigida por Francis Ford Coppola. El jefe de una de las familias de la mafia italiana neoyorquina, conocido como el Padrino, sufre un intento de asesinato por su negativa a trabajar con drogas. Eso hace que sus hijos busquen venganza y comience una guerra entre las distintas familias. Pero esa lucha sólo conduce al dolor y empobrecimiento de las mismas, por lo que es el propio Padrino quien organiza una reunión para acordar la paz y una forma de trabajar que sea próspera para todos. A su vez, va definiendo quién será su sucesor en su propio clan.
Coppola escribe con Mario Puzo la adaptación de la conocida novela de este último dando lugar a un guión excepcional. Describe con enorme precisión las personalidades de los miembros de una familia de la mafia y sus peculiares relaciones, donde la lealtad y el honor están por encima de todo. Y mezcla esa parte tan interesante con la acción e intriga que se producen por los negocios que llevan a cabo, con una frialdad y violencia casi desconocidas hasta entonces (pero sin imágenes especialmente desagradables, pues no son necesarias para mostrar hasta dónde son capaces de llegar). El otro pilar clave son las interpretaciones, empezando por un magistral Marlon Brando que da todo un recital dando vida a un mafioso duro pero calmado, educado, sin necesidad de aspavientos ni gritos. Le acompañan brillantemente otros actores que realizan las mejores (o casi) interpretaciones de su vida: un inmenso Al Pacino que soprende en su tercera película dando el contrapunto a su "hermano" James Caan que está también genial, igual que Robert Duvall. Aunque con menos minutos, también hay que mencionar a otros compañeros como Diane Keaton, John Cazale, Talia Shire (hermana de Coppola), Sterling Hayden, etc. El director consigue una actuación coral perfecta, imprime un ritmo (acompañado de un gran montaje) que alterna los dos lados de la historia comentados, y cuida todos los aspectos de producción con detalle. Además, acompaña una banda sonora de gran belleza que ha pasado a ser parte de la historia de este arte, obra de Nino Rota, aunque despertó cierta polémica, llegando a retirarle hasta el Oscar ganado, por demostrarse que se inspiró en unas melodías ya existentes (es decir, no es original pero sí maravillosa). Todo ello hace que se trate de una de las obras cumbres de todos los tiempos.
Imprescindible.