Es un argumento clásico de confusiones, amor entre personas de diferentes clases sociales, el poder del dinero, etc. Pero en el fondo es una historia sencilla de una buena madre que se esfuerza porque su hijo triunfe en la vida, intentando no ser un lastre para él (recuerda un poco a Marty, pero a la inversa). Muy bonita y con buenos momentos cómicos. El guión de Charles Brackett es excelente y va desarrollando la trama y los personajes adecuadamente, con buen ritmo y enganchando al espectador desde el principio. Los enredos y confusiones están hechos con elegancia, sin caer en absurdas escenas típicas de las screwballs. Los actores están muy bien, pero mejor los secundarios que los principales (sin despreciar a Gene Tierney y John Lund) destacando a una estupenda Thelma Ritter (la inolvidable asistenta de James Stewart en La ventana indiscreta) como la solvente y entrañable madre de él.
Bonita, graciosa y muy entretenida.