Adaptación de la novela homónima de la maestra del suspense Agatha Christie de 1988 y dirigida por Michael Winner. Narra la investigación de Poirot de un caso de asesinato que se produce estando él de vacaciones en Tierra Santa. Como suele ocurrir en estos casos, todos los que rodean a la víctima parecen tener motivos y oportunidad para haberlo hecho, lo cual no despista al incomparable detective belga.Aunque no llega a la altura de las previas adaptaciones de Poirot (Muerte en el Nilo, Muerte bajo el sol y Asesinato en el Orient Express), está hecha con oficio y tiene una trama interesante. Cuenta con unas ambientaciones extraordinarias, con un buen vestuario y un gran plantel de actores. Pero el guión no es suficientemente ágil y muestra unos personajes no presentados adecuadamente y que hace que el espectador se pierda un poco entre ellos. Peter Ustinov vuelve a ser el más entrañable Poirot del cine, aunque no muestra todas sus cualidades como en las entregas anteriores (desde irónico hasta odioso) y deja una interpretación más "plana" del personaje. Sí está más en su papel Lauren Bacall, imprimiendo carácter a su enérgico personaje. También están en su línea John Gielgud, Piper Laurie, Carrie Fisher y David Soul.
Los aficionados a este personaje y este tipo de novelas la disfrutarán, aunque con el aviso de que no alcanza todas las expectativas tras ver las anteriores adaptaciones. En general, entretenida por la trama y las bellas localizaciones.
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