Wilder da una visión crítica y ácida de los abogados (y la sociedad americana en general) que utilizan todo tipo de artimañas para sacar dinero. No importan la ética ni la moral, ni que haya personas que puedan sufrir enormemente, sólo cuenta el egoísmo. Como es frecuente en este genio, tiene un guión rayando en la perfección, con una historia original, interesante y que es una crítica absolutamente corrosiva. Crea una trama, la desarrolla (con humor, cinismo y hasta romanticismo) y luego llega a un desenlace en el que no deja ningún cabo suelto. Sobresale la actuación de Walter Matthau, impresionante en un papel de caradura, irónico y sin escrúpulos. Sin duda, una de sus mejores actuaciones. Jack Lemmon repite su papel característico de inocente, romántico y débil, aunque honrado en lo más profundo de su ser.
Entretenida, sarcástica y crítica.
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