jueves, 30 de septiembre de 2010

Casado y con dos suegras



Estupenda comedia romántica dirigida por Mitchell Leisen en 1951. El argumento se podría decir que es el de una joven pareja que se conoce, se enamora y casa. Por motivos económicos las madres de ambos acaban viviendo con los recién casados, aunque la madre de él oculta su identidad a la nuera para evitar más tensión que la que ya hay entre ellos debido a las diferentes clases sociales a que pertenecen y las pretensiones del jefe de él hacia ella. Pero realmente es la historia de una humilde mujer que se ve obligada a cerrar su negocio y se va a vivir con su hijo. Se encuentra con que él está a punto de casarse y, debido a una confusión de su nuera, acaba trabajando de sirvienta en la casa del matrimonio, donde al poco tiempo se muda la madre de ella.
Es un argumento clásico de confusiones, amor entre personas de diferentes clases sociales, el poder del dinero, etc. Pero en el fondo es una historia sencilla de una buena madre que se esfuerza porque su hijo triunfe en la vida, intentando no ser un lastre para él (recuerda un poco a Marty, pero a la inversa). Muy bonita y con buenos momentos cómicos. El guión de Charles Brackett es excelente y va desarrollando la trama y los personajes adecuadamente, con buen ritmo y enganchando al espectador desde el principio. Los enredos y confusiones están hechos con elegancia, sin caer en absurdas escenas típicas de las screwballs. Los actores están muy bien, pero mejor los secundarios que los principales (sin despreciar a Gene Tierney y John Lund) destacando a una estupenda Thelma Ritter (la inolvidable asistenta de James Stewart en La ventana indiscreta) como la solvente y entrañable madre de él.
Bonita, graciosa y muy entretenida.

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