Amelia

Drama biográfico de 2009 dirigido por Mira Nair. Se trata de la vida de la legendaria mujer piloto Amelia Earhart que amaba volar más que cualquier otra cosa, se convirtió en una gran pionera y una de las mujeres más famosas del mundo en su época.

El insulso guión de Ronald Bass está basado en dos libros biográficos sobre esta heroína del aire: "East to down" de Susan Butler y "The sound of wings" de Mary S. Lovell. Sólo se recogen los años en que Amelia se dedicó a volar, obviando toda su vida anterior y las batallas que debió librar para llegar al punto donde se inicia la película. Tiene una dirección artística fabulosa, recreando excepcionalmente el tiempo en que Amelia logró sus hazañas. Igualmente posee una poderosa fotografía de Stuart Dryburgh, con una gama amplia de colores y recogiendo a la perfección los bellos paisajes que se ofrecen. Sin embargo, la dirección de Nair es excesivamente cursi y superficial, no captando la fuerza y el coraje que debió tener la protagonista, ni plasmando las resistencias que debió batir. Carece absolutamente de gancho o carisma y, a veces, hasta de ritmo narrativo. La mayoría de secuencias son previsibles y nos recuerdan a otras películas ya vistas (entre otras, El paciente inglés, del que "fichó" al autor de la banda sonora). Ni siquiera las actuaciones de sus estrellas están al nivel que les presuponemos, pues ni Hilary Swank ni Ewan McGregor convencen en sus papeles, sólo Richard Gere llega a trasmitirnos algo (lo justito). Además, la carencia de química entre el trío protagonista es total (y no sólo por una cuestión personal, es que la cámara apenas llega a captar el interés de unos por otros). Sólo el final es decente y digno. Una pena pues se trata de un personaje interesante y se contaba con un buen equipo técnico.

Estupenda recreación de la época, interesante personaje histórico, pero superficialmente contada.

Alma en suplicio

Espléndida película de 1945 dirigida por Michael Curtiz. Se acaba de cometer un asesinato y la policía lleva a los principales sospechosos a la comisaría. Entre ellos está la esposa del cadáver, Mildred, quien contará su vida desde que se inició su relación con él para aclarar la situación que tenían como pareja. Con toda la información, el detective descubre al asesino.

Curtiz demuestra su buen hacer con esta mezcla de cine negro (puro en su inicio y final) y drama (en su desarrollo). Basándose en la novela de James M. Cain, Ranald MacDougall y Catherine Turney elaboran un estupendo guión al servicio de las mujeres que intervienen. Utilizan un aparente formato de cine negro para desarrollar un drama familiar, en el que sólo falla su previsibilidad (el uso de flashbacks ayuda a predecir algún hecho significativo). El protagonismo recae en Joan Crawford, en un papel que le va estupendamente (mezcla de víctima y verdugo) y en el que se luce. Está rodeada de buenos secundarios entre los que destaca la fría y hasta cruel hija de Mildred, una soberbia Ann Blyth. Cuenta con una buena dirección de fotografía (Ernest Haller) y banda sonora (Max Steiner).

Buen drama con aspectos de cine negro, de calidad y entretenida.

Cimarrón

Épico western de 1960 dirigido por Anthony Mann. Es la historia de un hombre, Cimarrón, que tras pasar por muchos oficios decide casarse y participar en la carrera por el reparto de parcelas de Oklahoma (1889). Una vez concluida y a tenor de la situación en que se encuentra, se va adaptando lo mejor que puede sin dejar de lado su carácter de aventurero y defensor de las causas justas. Seguimos su vida hasta la I Guerra Mundial.

La película tiene dos partes diferenciadas con sendos protagonistas, Cimarrón y su esposa. La primera es una película épica de aventuras (con base histórica), vigorosa e intrépida. Aquí Mann dirige con maestría algunas secuencias bellísimas y de gran dificultad, dejando patente su dominio visual. Glenn Ford se desenvuelve excelentemente y muestra a la perfección el carácter de su personaje: aventurero que defiende las causas perdidas pero que ha cambiado para ser un fiel esposo granjero. La segunda parte es la que recoge el paso del tiempo desde la fundación de la ciudad de Osage hasta la Gran Guerra, erigiéndose como protagonista María Schell, y pasando más al terreno del drama familiar, las decepciones y la lucha personal. El ritmo cae, se hace más lenta y carece de la fuerza visual de la primera. El guión de Arnold Schulman adapta nuevamente para la pantalla la novela de Edna Ferber, presentando una amplia gama de caracteres que intenta recoger los diferentes tipos de pioneros de estos territorios. Destaca la bonita fotografía de Robert Surtees durante todo el metraje.

Entretenida y buena película del oeste que no llega a más por su segunda mitad.

Vida íntima de Julia Norris

Excelente drama del maestro Mitchell Leisen de 1946. Cuenta buena parte de la vida de Jody Norris (el periodo entre Guerras), una señora que colabora con las autoridades en Londres durante la II Guerra Mundial y que, por una pequeña casualidad, se entera que un viejo conocido piloto de guerra llega a la ciudad de permiso. Esto le hará recordar lo que le ha vinculado a él desde que era una chica feliz en un pueblo de Nueva York en la I Guerra Mundial.

Basado en una historia de Charles Brackett, él mismo junto con Jacques Théry y Dodie Smith desarrollan un espléndido guión dramático. Todo el peso lo lleva la protagonista, interpretada magistralmente por Olivia de Havilland. Ella misma declaró que el guión era uno de los guiones más perfectos que había leído, con diálogos delicados pero con fuerza, combinados con el gran carácter de Jody Norris, sentimental y romántico. Leisen rueda con su acostumbrada elegancia y sensibilidad, haciendo que la historia fluya brillantemente, haciendo uso de flashbacks para mostrarnos el pasado triste de esta señora. El uso de esta herramienta narrativa me parece genial, pues señala en el tiempo el punto de inflexión que se produce en la vida de la protagonista. Y luego nos conduce a uno de los finales más emotivos y bonitos que recuerdo. Desde el abrazo más sentido que he visto a falta de 15 minutos, todo es una espiral creciente de emociones.

Estupenda película, sentimental y emocionante.

No somos ángeles

Bonita comedia de 1955 dirigida por Michael Curtiz. Tres presos de la cárcel de la Isla del Diablo escapan y llegan hasta una tienda familiar para robar dinero y ropa con el objetivo de poder huir en barco de la isla. Pero una vez que están allí conocen a las personas que trabajan y residen en ella y sus planes se van alterando casi sin querer.

Curtiz lleva a la gran pantalla una adaptación de la obra teatral de Albert Husson, realizando el guión Ranald MacDougall. Se trata de un bello y bienintencionado cuento de Navidad, por lo que no hace falta notar la inverosimilitud del argumento. Gracias al buen hacer de Curtiz y del estupendo grupo de actores, la película alcanza un buen nivel y evita caer en un producto no apto para diabéticos. La trama es de por sí bastante romántica y sensible, por lo que Curtiz opta por rodar una comedia para equilibrar el resultado. Entre los actores podemos citar nada más y nada menos a Humprhey Bogart, Peter Ustinov, Aldo Ray, Joan Bennet, Basil Rathbone y Leo G. Carroll. Por último, destacar la bella fotografía de Loyal Griggs.

Simpático cuento de Navidad con la calidad que le aporta un gran director y excelentes actores.

En un lugar del corazón

Intenso, bonito y hasta inspirador drama de Robert Benton de 1984. La historia se sitúa en plena Gran Depresión en una zona rural de Texas. Una mujer se queda viuda, con dos hijos, una hipoteca y un pequeño terreno con el que espera poder sacar todo adelante. En la casa hospeda a un joven ciego y a un negro muy avispado, lo que no es del agrado de toda la población en esta parte de la América profunda.

Benton dirige con gran sensibilidad esta historia pero sin caer en una excesiva sensiblería, pues se centra en la lucha de la protagonista por superar las adversidades y no en sus desgracias. También es autor del excelente guión original. Partiendo de una trágica situación, hilvana una bonita historia de determinación y superación (y/o de coraje de una madre), en la que se entremezclan los prejuicios y resentimientos que había en esta parte del mundo en esta época, enturbiados aún más por la situación económica. Nos presenta varios personajes muy interesantes y estupendamente interpretados por Sally Field, John Malkovich y Danny Glover. A éstos les acompañan otros actores importantes pero con personajes de menos carisma, como Ed Harris y Lindsay Crouse. Entre la banda sonora de John Kander podemos disfrutar de algunas bonitas canciones country. Por último, mencionar la delicada fotografía de Néstor Almendros.

Excelente película.

Terror nocturno

Otra entrega de las aventuras del famoso detective creado por Sir Arthur Conan Doyle dirigida por el más habitual de la saga, Roy William Neill, en 1946. En esta ocasión Sherlock Holmes es contratado para evitar que roben un famoso diamante en su viaje entre Londres y Edimburgo. Debido a que intentaron robarlo antes de la partida, incluso el inspector Lestrade les acompaña en el viaje.

Interesante trama desarrollada por completo en un tren, lo que parece aportar más dinamismo a la historia a la vez que limitar mucho los personajes que intervienen en ella. Es un caso de intriga policial en donde Holmes no exprime sus dotes deductivas tanto como en otros casos. No aparece el Napoleón del mal, Moriarty, pero sí su lugarteniente, el Coronel Bleek. Neill rueda con brío el caso, con una sucesión de hechos criminales que hacen que se mantenga la tensión hasta el desenlace. Como es habitual en esta saga, Watson es un inútil redomado pero que nos hace sonreír con su inocencia. El final es bastante bueno y sorprende. El reparto hace un buen trabajo destacando Basil Rathbone y Nigel Bruce.

Interesante caso en una entretenida película.

El huevo y yo

Simpática comedia de Chester Erskine de 1947 basado en la historia real de Betty MacDonald. Un matrimonio que vive en la ciudad lo deja todo para irse a montar una granja avícola en un entorno rural y alejado de la civilización siguiendo el sueño de él. Ella se resigna a todos los inconvenientes e intenta adaptarse a su nueva vida, aunque no será nada sencillo.

El guión del propio Erskine y Finklehoffe está basado en el libro que MacDonald escribió narrando sus desventuras. El libro se convirtió rápidamente en un bestseller y, en poco tiempo, se hizo la película y hasta una serie. La trama es simpática y curiosa, dando lugar a numerosas situaciones divertidas. Erskine no le saca todo el potencial tanto a la historia como a la excelente pareja protagonista que tiene, Fred MacMurray y Claudette Colbert. Ambos están muy convincentes en sus papeles de entusiasmado soñador y resignada esposa, pero sus personajes no tienen tanto gancho o fondo como otros que ellos han interpretado.

Entretenida y simpática, con el añadido de ser una historia real.

La carta

Fascinante película de 1940 del maestro William Wyler. La esposa de un propietario de una plantación en Malasia mata a disparos a un hombre porque dice que intentaba forzarla. Sin embargo, mientras prepara la defensa su abogado recibe una copia de una carta que la asesina había mandado al hombre ese mismo día. La carta podría cambiar por completo el veredicto del jurado.

Basado en una obra de teatro de Somerset Maughan, Howard Koch escribe un estupendo guión cargado de emoción. La trama engancha desde el inicio con el asesinato por múltiples disparos del supuesto asaltador y el interés sólo va en aumento al ir viendo que hay mucho más detrás de estos hechos. Wyler vuelve a dar otra muestra de su maestría en la dirección, perfecta e intensa, cuidando cada toma y cada plano. Entre los actores luce con luz propia Bette Davis con un papel para su lucimiento, y lo consigue absolutamente. Herbert Marshall es su marido (curiosamente volverá a hacerlo en la posterior obra maestra de Wyler La loba), con gran templanza y sensibilidad. El tercer pilar (aunque todo el peso recae sobre la Davis) es James Stephenson con una buena interpretación del honesto, fiel e inteligente abogado. Destaca la dirección de fotografía de Tony Gaudio, con un uso muy inteligente de la luz y que Wyler usa a veces casi como un personaje más; y la excelente banda sonora de Max Steiner.

Imprescindible.

Mundos opuestos

Poco conocida película de 1949 dirigida por Mervyn LeRoy. Una dama de la alta sociedad neoyorquina casada con un conocido abogado ve tambalear su matrimonio cuando regresa a la ciudad la mujer con la que él había mantenido una relación un tiempo atrás.

Basada en la novela de Marcia Davenport, Isobel Lennart escribe una densa e interesante historia dramática cargada de sentimientos y centrada en las relaciones entre el matrimonio y de éstos con terceros. LeRoy dirige con elegancia esta trama que se sale de lo convencional pues no sigue los patrones habituales y predecibles. Lo mejor son las interpretaciones de los protagonistas: Barbara Stanwyck borda un papel que no es su habitual registro, pues es la enamorada y comprensiva esposa que perdona todo a su marido; Van Heflin está soberbio, con gran encanto y naturalidad (sólo se lamenta el que no tenga más minutos en pantalla); James Mason hace un gran papel y representa el papel del marido enfermo de sus propias pasiones; y Ava Gardner en el rol que mejor le va, de mujer fatal que domina a los hombres a su antojo.

Estupenda película, interesante y de calidad.

La noche del demonio

Película de Jacques Tourneur de 1957. Un psicólogo americano especialista en temas paranormales acude a Londres para una conferencia en la que desmontar las creencias del líder de una secta satánica. Al llegar recibe la noticia de que el colega inglés con el que colaboraba ha muerto en un extraño accidente, por lo que decide investigar los hechos.

Interesante película sobre temas satánicos y sectas que veneran al demonio, teniendo como protagonista a un especialista absolutamente escéptico. Tourneur crea una buena atmósfera de tensión, con escenas estupendas al aire libre que son las mejores de la película (por la localización, la niebla u otros efectos atmosféricos, la fotografía, el temor de lo que ocurre...). En interiores hay veces en que el ritmo cae y se pierde algo de ese ambiente tan bien conseguido. Aunque los efectos son algo rudimentarios, no desentonan y están conseguidos para la época. La ambientación es soberbia: Stonehenge, British Museum, la mansión del líder satánico, etc. Las interpretaciones están a buen nivel, con la curiosidad añadida de ver a Dana Andrews alejado de sus papeles habituales y donde destaca el trabajo de Niall MacGinnis. Por último, mencionar que la banda sonora de Clifton Parker acompaña fenolmenalmente y desde el principio contribuye a la excitación del espectador.

Entretenida cinta de misterio (más que de terror) realizada con buen oficio.

Candidata a millonaria

Comedia romántica de 1935 dirigida por el genial Mitchell Leisen. Es la historia de una manicurista que quiere cazar a un millonario y se cruza con uno joven y guapo. Todo parece ir bien hasta que...

Se trata de la primera comedia romántica "tradicional" de Leisen, poniendo un listón muy alto en este género pero sin llegar al nivel que alcanzaría con sus obras posteriores. Tiene un estupendo guión, con buenos diálogos, una trama interesante y bien desarrollada. Sólo se le puede achacar el acabar de una manera un poco convencional y predecible, bajando también el espléndido ritmo en esa parte final. Leisen aporta una gran elegancia tratando el tema del corazón con humor y sensibilidad. Los actores están soberbios: una maravillosa Carole Lombard dando muestras de sus aptitudes para este género, un jovencísimo Fred MacMurray alocado y haciendo el ganso, y un calmado y extraordinario Ralph Bellamy.

En definitiva, bonita y simpática comedia romántica con el extraordinario sello de Leisen.

Tom Jones

Comedia de 1963 dirigida por Tony Richardson que obtuvo un enorme éxito de crítica y público. Cuenta las juergas de un libertino bastardo criado en casa de un caballero durante el siglo XVIII, que se enamora de la hija de otro caballero pero que no tiene escrúpulos para liarse con cualquiera. La chica también se enamora e intenta evitar el matrimonio concertado por su padre para irse con Tom Jones.

Sorprende el éxito cosechado por esta película, pues no pasa de mediocre, aunque tal vez haya sufrido enormemente el paso del tiempo. Tiene una original y divertida forma narrativa en forma de parodia, casi a modo de cómic, pero luego el argumento es simplón y su desarrollo es muy superficial. El guión tiene el único mérito de utilizar un narrador y una perspectiva cómica, pues luego brilla por su mediocridad. No cuenta nada interesante y, lo peor, nada divertido, dando una visión de esta época excesivamente vulgar y libertina. Lo mejor es la ambientación y, sobre todo, la banda sonora de John Addison que encaja perfectamente con el estilo elegido, dándole un ritmo y toque muy simpático.

No muy recomendable, sólo para los que les gustan las aventuras alocadas y líos de faldas.

La heredera

Magnífico drama del maestro William Wyler de 1949 basado en la famosa novela Washington Square de Henry James. Una señorita poco afortunada físicamente pero heredera de una gran fortuna es pretendida por un apuesto joven. Ella cae perdidamente enamorada pero su despótico padre asegura que la única intención del chico es la de hacerse con la fortuna de ella.

Wyler es un maestro perfeccionista como pocos ha habido en este arte. Sus realizaciones están cuidadas al milímetro, y cada plano está estudiado y trabajado para que sea perfecto. En esta ocasión cuenta con unas extraordinarias dirección artística, fotografía, guión, vestuario, banda sonora,.... Pero llama la atención la belleza visual que desprende. Me encanta cómo sitúa la cámara en cada plano, cómo mueve la cámara o cambia de plano, la composición de cada fotograma (lo que elige que entre o no en el plano), la profundidad de campo, etc. Una auténtica maravilla y una lección para cualquiera que se dedique a esto. Luego obtiene de los actores unas grandes interpretaciones. Aquí brilla espectacularmente Olivia de Havilland, quien ofrece un amplio registro de sentimientos y que los expresa divinamente con sus ojos y cara: inocencia, bondad, amor, dolor, desengaño, frialdad... Obtuvo un Oscar muy merecido. Los secundarios también realizan buenos trabajos, como Ralph Richardson y Miriam Hopkins. El más limitado es Montgomery Clift, pero que no desluce el resultado final.

Extraordinaria película en todos los aspectos. De obligada visión.

Ocean's eleven

Remake de Steven Soderbergh de 2001 del clásico de 1960 La cuadrilla de los once. Tras salir de prisión, Danny Ocean planea un soprendente asalto a 3 casinos en Las Vegas, algo que nadie ha osado intentar. Debe reunir a 11 compañeros especialistas en diversas áreas para conseguir un extraordinario botín, enfrentándose al riesgo de la policía y del conocido propietario mafioso de los casinos.

Soderbergh firma una película muy ágil y entretenida, haciendo que el espectador no piense mucho en la inverosimilitud de la trama (incluso alguna inconsistencia). El guión es de Ted Griffin, que reescribe completamente la historia original para hacerla más actual y atractiva. Tiene algunos golpes de humor, tecnología punta, mucho ingenio para captar la atención y riza el rizo varias veces para aumentar la intriga. La dirección es muy fresca, hace que nos enganchemos rápidamente dándonos unas pinceladas del plan pero sólo lo necesario para poder mantener el suspense. También hace uso de un buen montaje para explicarnos y seguir el atraco. Y como guinda del pastel, un reparto lleno de estrellas de Hollywood: George Clooney, Brad Pitt, Matt Damon, Andy Garcia, Julia Roberts, Elliot Gould (con la mejor actuación de todos), etc. Supera al clásico de Frank Sinatra en todos los aspectos, pues se ha quedado algo lento, inocente y anticuado.

Muy entretenida, engancha y sorprende por el ingenio puesto en el plan.

En un lugar solitario

Extraordinaria muestra de cine negro de Nicholas Ray de 1950. Un conocido guionista es sospechoso de haber cometido un asesinato, y hasta los más cercanos a él empiezan a desconfiar de su inocencia. Él se muestra confiado, pero se trata de un hombre violento que podría encajar con el criminal.

El estupendo guión de Andrew Solt nos muestra un sospechoso que parece, a priori, inocente, pero que va mostrando su compleja personalidad de manera que nos crea dudas. Incluso los que más lo conocen y aprecian llegan a sospechar de su inocencia, transmitiendo más tensión al espectador. El argumento está bien desarrollado, con sólidos personajes y buenas muestras de las típicas "chulerías" de Humphrey Bogart. Éste realiza una interpretación soberbia, al igual que el resto del reparto, como Gloria Grahame, Frank Lovejoy, Robert Warwick,... Pero Bogart está por encima de todos ellos, mostrando su lado más tierno y hasta juguetón, y su lado más turbio y violento. Sencillamente genial. También destaca la estupenda fotografía de Burnett Guffey, además de la maestra dirección de Ray, que crea la atmósfera adecuada y va moviendo la simpatía del espectador hacia un sentido u otro.

Estupenda película, mantiene el suspense hasta el final.

Ni un pelo de tonto

Bonita y entrañable película de Robert Benton de 1994. Retrata las relaciones personales de un particular sexagenario en un pequeño pueblo al norte de NY. Ha evitado crear lazos profundos con nada y nadie, pero la situación parece que empieza a cambiar.

Además de dirigir la película, Benton es el responsable del extraordinario guión que adapta la novela homónima de Richard Russo. Perfila unos personajes magníficos con unos diálogos brillantes, algunos de los cuales quedarán en nuestra memoria. Cuenta una sencilla historia, pero lo hace con una enorme sensibilidad y un gran sentido del humor.Y como director, hace un gran trabajo evitando caer en una excesiva sensiblería. Crea una atmósfera que recuerda a otras estupendas películas como La fuerza del cariño o Magnolias de acero, donde toda la trama se reduce a contar las relaciones entre los protagonistas. Por supuesto ayuda mucho contar con auténticas leyendas de la interpretación como Paul Newman y Jessica Tandy, ambos maravillosos. Pero también hay que reconocer que los secundarios también brillan a su lado, como Pruitt Taylor Vince, Bruce Willies, Melanie Griffith, etc. Otro aspecto que recordaremos es la gran banda sonora de Howard Shore, realmente preciosa.

Maravillosa película que nos emocionará y hará reir a partes iguales.

Una chica afortunada

Screwball comedy dirigida por Mitchell Leisen en 1937. Trata de un banquero millonario al que, por un pequeño accidente, relacionan con una bella joven. Coincide que el financiero está pasando por un momento de malas relaciones familiares, por lo que se piensa que está teniendo un romance con la joven desconocida. La confusión llegará a tener impacto hasta en la Bolsa de Wall Street...

El autor del guión es de uno de los reyes del screwball, Preston Sturges, quien pasó posteriormente a dirigir sus historias. La trama es original e interesante, y la confusión que da origen a todo el enredo tiene mucho potencial cómico. Pero aunque tiene buenos momentos, hay otros 100% típicos de las screwballs y pierde el nivel. Personalmente, no me hacen mucha gracia las caídas, choques, golpes y demás situaciones de este tipo de comedias. Prefiero un humor más inteligente y sagaz que la simple sucesión de imágenes extravagantes. El grupo de actores es, sencillamente, fantástico: Jean Arthur, Edward Arnold, Ray Milland y Luis Alberni. Todos demuestran sus espléndidos registros para la comedia, siendo difícil destacar a uno.

En definitiva, buena comedia pero con momentos absurdos y disparatados que no son gusto de todo el mundo.

Alerta misiles

Película de Robert Aldrich de 1977. Un pequeño grupo de terroristas liderados por un antiguo oficial del ejército se hacen con el control de una base de misiles nucleares, amenazando con lanzarlos si no se acceden a las condiciones que plantean.

Aldrich parte de una buena trama pero no llega a crear la atmósfera necesaria. La acción parece algo superficial, es poco creíble y fría. Resulta algo decepcionante al estar dirigida por Aldrich y contar con un buen y prestigioso grupo de actores. La cinta es una crítica a la política y ejército americanos, por lo que desde un principio contó con la oposición de importantes colectivos y tuvo serios problemas de financiación. Seguramente la falta de recursos la lastró, lo cual es una pena porque hay "mimbres" para mucho más. Aún así, es siempre interesante ver a astros del séptimo arte como Joseph Cotten, Burt Lancaster y Richard Widmark. El argumento despierta el interés y la crítica subyacente también.

Sólo para los amantes de la guerra fría y conspiraciones militares, aunque está lejos ser de los mejores ejemplos del género.

Valkyria

Estupenda película de Bryan Singer de 2008 donde se relata uno de los intentos más importantes y bien organizados para acabar con la vida de Hitler y del régimen nazi, esta vez desde dentro del propio ejército alemán. La conspiración cuenta con aprovechar alguno de los instrumentos del régimen para asegurar su éxito total, partiendo de un atentado personal contra el propio Hitler.

Singer consigue un resultado muy bueno, pues mantiene el interés y la tensión durante toda la trama. Tiene mucho mérito, pues todos conocemos cuál fue el final del Führer, aunque no conozcamos los atentados que sufrió. Por lo tanto, desde el inicio de la conspiración sabemos el final de la misma, pero no resta la intriga a la película. Lo más importante, se trata de un episodio extraordinariamente interesante (que prueba que los alemanes sí sabían lo que estaban haciendo, pero que algunos trataron de impedirlo) y contado con gran calidad narrativa y visual. El guión está bien construido y la realización es muy cuidada, trasladándonos eficazmente al tiempo y espacio determinados. Las interpretaciones son algo desiguales, como los creíbles Tom Wilkinson o Terence Stamp, el desafortunado Billy Nighy, o el irregular Tom Cruise.

Muy interesante y entretenida.

La mujer del cuadro

Obra maestra del maestro Fritz Lang de 1944. Un profesor universitario se queda prendado de un cuadro de una mujer que hay junto a la entrada de su club, donde se reune con varios amigos aprovechando que su familia ha ido de viaje. Al salir del club coincide con la chica y acepta su invitación para tomar una copa. Más tarde le acompaña a su casa donde ocurre un trágico incidente.

Fritz Lang firma una fascinante película policíaca. El magnífico guión es de Nunnally Johnson basado en la novela de J.H. Wallis, y aumenta enormemente la tensión al incluir entre los amigos íntimos del profesor el fiscal del caso. Esto hace que el perseguido siga de primera mano los avances del perseguidor, metiendo al espectador en una espiral de angustia hasta el final de la cinta. Además, el profesor es un criminólogo especialista, por lo que sabe lo que debería hacer en cada momento. Destila clase e ingenio en cada línea. Entre los intérpretes, brilla Edward G. Robinson en el papel del atormentado y firme profesor, contando con secundarios de la talla de Dan Duryea y Joan Bennet. También destaca la banda sonora y el inteligente uso de la luz en la fotografía. Lang demuestra que sabe cómo crear y manejar el suspense con toda maestría.

Una de las mejores películas policíacas de la historia. Extraordinaria.

Agatha

Película de Michael Apted de 1978 con una base de realidad y una suposición sobre los hechos. Traza una teoría sobre la desaparición real de la famosa novelista Agatha Christie durante 11 días.

Sobre el hecho cierto e intrigante de la extraña desaparición de la reconocida novelista, Apted traza una creíble e interesante hipótesis, aunque no explota totalmente las posibilidades dramáticas y de suspense que tiene, tanto el suceso (todas las implicaciones que tuvo y el impacto policial y popular) como la teoría. El guión está bien, aunque es demasiado sencillo y lineal. El vestuario y la ambientación destacan enormemente, añadiendo más realismo a la trama. El otro aspecto brillante son las actuaciones de Vanessa Redgrave y Dustin Hoffman, haciendo una pareja desigual en altura pero de gran nivel interpretativo.

Interesante por los hechos reales, curiosa por la teoría que aporta, pero lamentablemente no del todo afortunada explotándola.

Horizontes perdidos

Otro bonito cuento de Frank Capra rodado en 1937. Tratando de escapar de una rebelión popular en una región de China, un diplomático inglés junto con otros cuatro compatriotas toman un avión que se estrella en el Himalaya. Cuando piensan que están perdidos, les rescatan un grupo de personas y los llevan a su ciudad: Shangri-la. Allí todo es felicidad, amabilidad, moderación y eterna juventud.

Frank Capra rodó esta película sobre una utopía de paz y hermandad en plena carrera a la II Guerra Mundial. El guión es de Robert Riskin basado en la novela que tan sólo unos años antes había publicado James Hilton. Destaca la calidad imprimida por el director en escenas como el alud de nieve, el accidente, el defile de antorchas o toda la ciudad en sí misma. Entre los actores destacan Thomas Mitchell y Edward Everett Horton, pero sin desmerecer al protagonista Ronald Colman. Hoy día puede parecer muy inocente, pero creo que hay que verla desde la perspectiva de un bonito cuento o fábula (¿si viviéramos en paz sin toda la envidia, excesos y odio característicos e intrínsecos del ser humano podríamos ser casi eternos y felices?).

Bonita fábula, entretenida aunque se puede hacer algo larga (en la versión original de algo más de dos horas).

Adelante mi amor

Extraordinaria película del maestro Mitchell Leisen de 1940. Un piloto americano es salvado por una periodista del fusilamiento al que había sido condenado por su participación en el bando republicano de la Guerra Civil española. Van a París donde empiezan una relación que ella quiere evitar para que no perjudique su carrera profesional, pero el comienzo de la Guerra altera el futuro de ambos.

Película redonda en todos los aspectos. Bajo la apariencia de una trama cómica, romántica y de aventuras, se esconde una carga de profundidad contra la inacción de los gobiernos occidentales frente al avance del nazismo, muy especialmente los EE.UU. El genial guión es de Charles Brackett y Billy Wilder, con unas escenas y diálogos de un ingenio y brillantez admirables. Deja numerosas escenas para el recuerdo, alguna de ellas con un sarcástico contenido sexual (sugerente) absolutamente escandaloso para la época. La pareja protagonista, Ray Milland y Claudette Colbert, es maravillosa, con mucha química entre ellos y ambos con dotes innatas para la comedia. Cuenta con una bella banda sonora de Victor Young y la clásica estupenda fotografía de Charles Lang. Leisen cuida todo detalle de la realización, con una esmerada ambientación y haciendo que cada toma rebose sensibilidad. Algunos de los hechos que se recogen fueron rodados casi a tiempo real, teniendo que adaptar el guión a lo que estaba sucediendo.

De obligada visión. La disfrutaremos por su historia, su gracia, sus aventuras, su atrevimiento y la crítica que subyace.

La muerte de vacaciones

Película del maestro Mitchell Leisen de 1934. La Muerte quiere saber por qué los hombres le temen tanto y qué hay en la vida tan importante como para no querer perderla. Por ello decide tomarse unas vacaciones y encarnarse en una persona durante tres días para descubrirlo.

El magnífico guión de Maxwell Anderson, Gladys Lehman y Walter Ferris está basado en la obra de Alberto Casella (que también inspiró Meet Joe Black en 1998). Leisen imprime a sus películas una elegancia y sensibilidad especiales, y esta película es muestra de ello. Aborda el tema de la muerte con sencillez, sin causar terror; al contrario, con algo de humor y mucho amor. Cuenta con una fotografía excelente del genial Charles Lang, y una impresionante dirección artística. El grupo de actores es espléndido, destacando un brillante Fredric March.

Maravillosa película, estupendamente realizada y que mantiene el interés durante todo el metraje.

Todos rieron

Comedia de enredo de 1981 dirigida por Peter Bogdanovich. Trata de un grupo de detectives que sigue a varias mujeres a petición de sus maridos y de las que se acaban enamorando e incluso teniendo relaciones.

El guión es del propio Bogdanovich y trata de sacar partido a los encuentros y desencuentros de los detectives y sus amadas (esposas de sus clientes). Incluso vemos que hay veces en que son ellas las que lo siguen a ellos. Pero, salvo alguna escena con gracia, le falta ingenio y frescura. Además de no ser nada creíble, la trama carece de chispa y de situaciones que le saquen partido al enredo. Se queda en una sucesión un poco absurda de conquistas amorosas donde las mujeres son seducidas rápida y fácilmente por los hombres, quedando profundamente enamoradas con tan solo un par de frases de éstos (y da igual que no sean atractivos, se porten bien con ellas, etc). Lo mejor es la BSO de Douglas Dilge con una buena selección de música country y, por supuesto, la presencia de Audrey Hepburn.

Comedia con poca gracia y absurda trama.

Alicia en el país de las maravillas

Película de 2010 de Tim Burton sobre uno de los personajes infantiles más famosos de la historia. En esta ocasión, Alicia se adentra en este reino al intentar escaparse temporalmente de la pedida de mano pública que, para su sorpresa, le han organizado. Todo lo que ve le recuerda a un sueño recurrente que tuvo en su niñez, pero algo ha cambiado. Ahora gobierna la reina roja con mano de hierro, y todos los habitantes están esperando a Alicia para que les ayude a restaurar a la reina blanca.

Lo primero que hay que decir es que no se trata de una nueva versión de la película animada o de la célebre novela de Lewis Carroll del mismo nombre. Esta historia se basa en otro libro de este escritor: Alicia a través del espejo. Por lo tanto, que nadie espere ver la misma aventura, aunque sí que participan buena parte de los personajes de la primera.

Lo mejor es el universo que crea Tim Burton. La producción está sumamente cuidada, destacando la dirección artística, maquillaje y de vestuario, realmente espectaculares. Podemos ver todo un desfile de personajes extraños pero perfectamente creados y bien definidos, cada uno con una toque especial. La trama recuerda un poco a Narnia, por lo que no es nada especial y sí muy predecible. Tampoco contiene la magia de la primera historia, siendo ahora todo más convencional. Los actores tampoco brillan especialmente, pero no desentonan. Pero gracias a la estupenda estética y los llamativos personajes pasaremos un buen rato.

Visualmente espectacular, todo un país mágico puesto ante nuestros ojos.

El caso de los dedos cortados

Otra entrega de la saga del famoso detective creado por Sir Arthur Conan Doyle, esta vez dirigida por Roy William Neill (el más habitual) en 1945. En esta ocasión, la policía le pide a Sherlock Holmes que le ayude a encontrar a un asesino en serie del que no tienen ninguna pista. El único lazo de unión parece ser que a las víctimas les ha sido cortado un dedo.

Neill vuelve a realizar una película bastante digna, con una interesante trama y con un buen ritmo. Para los amantes de los casos del detective más famoso hay un valor añadido al incluirse al malvado profesor Moriarty. Por otro lado, también se incluyen los típicos detalles que hacen parecer que en los crímenes interviene algo fantástico o paranormal, bastante típico en las investigaciones de Holmes. La fotografía es algo irregular, encontrando escenas muy bien trabajadas y otras poco afortunadas. Por último, citar el buen trabajo de la pareja protagonista Rathbone-Bruce y la malvada de la historia Hillary Brook. Lamentablemente se vuelve a retratar a Watson como un patán que no corresponde con el tipo de persona que debe ser por formación y experiencia, aunque le añada unas notas cómicas a la película.

Interesante caso de Holmes y Watson en una película realizada con oficio.