lunes, 1 de noviembre de 2010

El caso de los dedos cortados

Otra entrega de la saga del famoso detective creado por Sir Arthur Conan Doyle, esta vez dirigida por Roy William Neill (el más habitual) en 1945. En esta ocasión, la policía le pide a Sherlock Holmes que le ayude a encontrar a un asesino en serie del que no tienen ninguna pista. El único lazo de unión parece ser que a las víctimas les ha sido cortado un dedo.
Neill vuelve a realizar una película bastante digna, con una interesante trama y con un buen ritmo. Para los amantes de los casos del detective más famoso hay un valor añadido al incluirse al malvado profesor Moriarty. Por otro lado, también se incluyen los típicos detalles que hacen parecer que en los crímenes interviene algo fantástico o paranormal, bastante típico en las investigaciones de Holmes. La fotografía es algo irregular, encontrando escenas muy bien trabajadas y otras poco afortunadas. Por último, citar el buen trabajo de la pareja protagonista Rathbone-Bruce y la malvada de la historia Hillary Brook. Lamentablemente se vuelve a retratar a Watson como un patán que no corresponde con el tipo de persona que debe ser por formación y experiencia, aunque le añada unas notas cómicas a la película.
Interesante caso de Holmes y Watson en una película realizada con oficio.

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