Basado en una obra de teatro de Somerset Maughan, Howard Koch escribe un estupendo guión cargado de emoción. La trama engancha desde el inicio con el asesinato por múltiples disparos del supuesto asaltador y el interés sólo va en aumento al ir viendo que hay mucho más detrás de estos hechos. Wyler vuelve a dar otra muestra de su maestría en la dirección, perfecta e intensa, cuidando cada toma y cada plano. Entre los actores luce con luz propia Bette Davis con un papel para su lucimiento, y lo consigue absolutamente. Herbert Marshall es su marido (curiosamente volverá a hacerlo en la posterior obra maestra de Wyler La loba), con gran templanza y sensibilidad. El tercer pilar (aunque todo el peso recae sobre la Davis) es James Stephenson con una buena interpretación del honesto, fiel e inteligente abogado. Destaca la dirección de fotografía de Tony Gaudio, con un uso muy inteligente de la luz y que Wyler usa a veces casi como un personaje más; y la excelente banda sonora de Max Steiner.
Imprescindible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario