sábado, 6 de noviembre de 2010

Horizontes perdidos

Otro bonito cuento de Frank Capra rodado en 1937. Tratando de escapar de una rebelión popular en una región de China, un diplomático inglés junto con otros cuatro compatriotas toman un avión que se estrella en el Himalaya. Cuando piensan que están perdidos, les rescatan un grupo de personas y los llevan a su ciudad: Shangri-la. Allí todo es felicidad, amabilidad, moderación y eterna juventud.
Frank Capra rodó esta película sobre una utopía de paz y hermandad en plena carrera a la II Guerra Mundial. El guión es de Robert Riskin basado en la novela que tan sólo unos años antes había publicado James Hilton. Destaca la calidad imprimida por el director en escenas como el alud de nieve, el accidente, el defile de antorchas o toda la ciudad en sí misma. Entre los actores destacan Thomas Mitchell y Edward Everett Horton, pero sin desmerecer al protagonista Ronald Colman. Hoy día puede parecer muy inocente, pero creo que hay que verla desde la perspectiva de un bonito cuento o fábula (¿si viviéramos en paz sin toda la envidia, excesos y odio característicos e intrínsecos del ser humano podríamos ser casi eternos y felices?).
Bonita fábula, entretenida aunque se puede hacer algo larga (en la versión original de algo más de dos horas).

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