Película de suspense realizada en el año
2000 bajo una óptica muy teatral. Se centra en el interrogatorio de un paciente capitán de policía,
Morgan Freeman, a un ciudadano famoso sospechoso de violar y asesinar a dos menores,
Gene Hackman. El director,
Stephen Hopkins (autor de la recomendable
Los demonios de la noche), consigue crear una atmósfera claustrofóbica que va agobiando al espectador, tanto por las dudas y tensión que se van generando entre los protagonistas como por los hechos tan despreciables que centran la investigación. Lo mejor es la pareja protagonista, dos de los mejores actores del panorama actual. Les acompaña un buen secundario,
Thomas Jane, y
Monica Bellucci es exhibida más que utilizada para interpretar a la mujer de Hackman, lo cual es una pena porque este papel podía haber tenido mucha más enjundia. Cuenta con un buen guión que va metiéndonos poco a poco en los detalles de la investigación, aunque hay momentos que pierde un poco el ritmo. Lo peor es el final ambigüo que presenta, pues ha generado muchas expectativas durante la primera hora y media para luego quedarnos con varias teorías que debemos crearnos mentalmente. Te deja un poco de mal sabor de boca que todo a conducido a, posiblemente, este final que cada uno debe imaginar (y, por supuesto, hay al menos cuatro o cinco lógicas interpretaciones de lo que realmente ha ocurrido).
Así que está bien para pasar un rato viendo a estos dos gigantes de la pantalla bajo una atmósfera de tensión. No apta para los que no quieren ver nada sobre violaciones y asesinatos de dos niñas de 13 años, y para los que no les gustan los finales abiertos.
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