Sobresaliente drama realizado en 1992 ambientado en la Inglaterra de primeros del siglo XX. Su director, James Ivory, hizo tres películas excelentes ambientadas aproximadamente en esta época, siendo ésta la segunda, tras Una habitación con vistas (ambas basadas en sendas novelas de E.M. Foster) y antes de Lo que queda del día. Son muchas las virtudes que encontramos en ella: un estupendo guión, una fabulosa dirección artística, un gran vestuario, una banda sonora muy bella y, especialmente, unas brillantes interpretaciones. Emma Thompson recibió numerosos premios por este papel y todo el mundo resaltó el gran trabajo de Vanessa Redgrave. A mí me gusta también cómo Anthony Hopkins crea a su personaje, dotándole de matices y aspectos que hacen muy creíble su papel.Y dirigiendo todo este gran equipo de profesionales tenemos a James Ivory que sabe retratar perfectamente una época, que crea y desarrolla de manera interesante y adecuada diversos y muy distintos personajes, y se adentra en el drama humano con la complejidad añadida de contemplar diferentes clases sociales (el honor, el destino, la injusticia social con las extremas desigualdades existentes, la importancia de las apariencias, etc.). Para ello, vemos cómo va enlazando magistralmente varios personajes que van coincidiendo y alejándose durante la historia que nos cuenta.
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