sábado, 31 de julio de 2010

Un gángster para un milagro

Precioso cuento de hadas que realizó Frank Capra en 1961 inspirado en La Cenicienta. Este extraordinario director es un auténtico paladín de los buenos sentimientos y esperanzas, especialmente en lo que concierne al ser humano. Nos ha dejado un buen puñado de obras maestras, siendo la más famosa Qué bello es vivir. Ésta es su última película y no nos pudo dejar mejor sabor de boca. Es una bella historia de buenas obras y amor que insiste en que, en el fondo, somos buenas personas. Es conmovedora y evita caer en la sensiblería utilizando una perspectiva muy cómica.
El estupendo guión desarrolla esta entrañable historia con unos maravillosos personajes cómicos y tiernos (algunos de ellos casi caricaturas) y unos excelentes diálogos. Cuenta con un reparto espectacular, desde los galácticos Bette Davis y Glenn Ford, pasando por secundarios de lujo como Thomas Mitchel y Edward Everett Horton, y principiantes como Ann-Magret. Bette Davis borda su doble papel, mostrando un registro de bondad que apenas tuvo oportunidad durante su carrera. Y Ford interpreta uno de sus mejores personajes en la pantalla, transmitiendo correctamente las dos facetas que siente este "buen villano". De los secundarios brillan especialmente Thomas Mitchel en su papel de juez, Peter Folk como el malhumorado y escéptico gángster que quiere mantener la línea de "negocios" del Dandy, y Mickey Shaughnessy encarnando al sensible e ingenuo chófer. Acompaña una gran banda sonora. Y todo bajo la batuta del genial Capra, que da otro ejemplo de una perfecta realización.
La película es muy divertida, rebosa magia y hace que queramos ser mejores personas.

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