domingo, 2 de octubre de 2011

Asesinato a la orden

Película bastante desconocida de 1953 dirigida por Andrew L. Stone. Una adolescente es ingresada en el hospital con fuertes convulsiones. Vive con su hermano pequeño y los cuida su madrastra tras el fallecimiento de su padre. Al hospital también acude el hermano del padre, quien queda muy preocupado tras el fallecimiento de la chica. El sobrino le cuenta que el padre murió de forma similar, lo que al comentarlo con unos amigos hace que empiecen a surgir dudas sobre el origen de sendas muertes.

Stone escribe y dirige esta cinta que bien podría basarse en una de las novelas de Agatha Christie por la forma de crear y contar el misterio, aunque tiene menos sospechosos que lo habitual en las obras de la maestra del suspense. También ayuda mucho el hecho de contar como protagonista a Joseph Cotten porque, además de ser un grandísimo actor, sus papeles anteriores como asesino hacen que el espectador aumente la desconfianza hacia él, desconcertándolo más de lo que hubiera ocurrido con otro actor. La trama es sencilla y crea una buena atmósfera de suspense, basándose la intriga más en la duda sobre un sospechoso que sobre quién pudo ser el criminal. Esa tensión va creciendo hasta la escena final que está muy conseguida. Se nota que la producción es bastante modesta y se ve en muchos detalles que no están muy cuidados, pero no afecta al desarrollo de la trama. Además del mencionado Cotten, cuenta con buenos secundarios como Jean Peters, Gary Merrill y Catherine McLeod, bajando mucho el nivel a partir de ellos.

Entretenida e interesante obra de suspense.

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