Annaud lideró la mayor producción europea hasta la fecha basándose en este interesante episodio real. El marco es la batalla más sangrienta de la historia con más de cuatro millones de víctimas, en plena II Guerra Mundial. El ejército alemán quería apoderarse de Stanlingrado y contaba con un importante número de soldados y un gran equipamiento bélico. Los rusos no tenían ni siquiera armas suficientes (mandaban soldados sin fusil con la idea de que lo cogieran en el campo a alguna víctima) pero no paraban de mandar más personas al frente, hombres y mujeres. La situación era tan desesperada que Stalin dio la famosa orden de "ni un paso atrás", por la que los soldados eran acribillados por el propio ejército rojo si intentaban una retirada. Los mandos rusos decidieron que debían buscar héroes para levantar la moral de sus soldados, por lo que publicaban hazañas individuales y colectivas. Uno de los héroes fue un francotirador que causó decenas de bajas entre los oficiales nazis, por lo que éstos decidieron llevar a Stalingrado a su mejor francotirador. El duelo entre ambos fue apasionante.
Annaud consigue reproducir unas espectaculares escenas bélicas, como las centradas en el río. La ambientación es magnífica, al igual que el vestuario, consiguiendo llevarnos hasta esa ciudad y momento. Pero lo mejor es el duelo entre ambos francotiradores, pues el director consigue crear tensión e intriga con el juego del ratón y el gato. La trama es fluida y con buen ritmo, por lo que el espectador permanece atento todo el metraje. El reparto es un acierto, pues Jude Law y Ed Harris están espléndidos, Bob Hoskins también brilla a gran altura o más, y el resto están más que decentes, como Joseph Fiennes, Rachel Weisz, Ron Perlman, etc.
Estupenda cinta bélica basada en hechos reales.
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