Película de 2007 dirigida por J.A. Bayona. Una pareja se traslada con su pequeño hijo a un caserón que han adquirido en la costa asturiana para hacer una pequeña residencia para niños con discapacidad. Ella se crió allí porque anteriormente era un orfanato, lo que le dio la idea de podía ser el sitio perfecto para ese objetivo. Pero desde que se establecen el niño habla de amigos imaginarios, tanto que llega a molestar y preocupar a los padres. Hasta que un dia desaparece por completo e inician su búsqueda, aunque la madre tiene la sensación de que no ha salido de la casa y esos amigos imaginarios lo tienen atrapado.
Espectacular debut del director J.A. Bayona con producción de Guillermo del Toro que demuestra cómo se puede hacer cine de terror y suspense de calidad sin necesidad de grandes medios, efectos especiales o escenas desagradables. Recurre a clásicos del género como una gran mansión (cerca de la costa), una tragedia ocurrida allí y unos supuestos fantasmas (encima, niños), para generar la tensión buscada y darnos algún que otro susto. Independientemente de algunas trampillas en el desarrollo, la historia es muy interesante y está bien contada, lo que atrapa enseguida al espectador y lo envuelve en una gran atmósfera que no le abandona hasta el final. Precisamente el final es un gran acierto porque en este tipo de películas es frecuente que no sepan cómo terminarlas y queda en un "porque sí", sin embargo en esta ocasión queda algo consistente. Estos puntos hacen que el guión de Sergio G. Sanchez esté bien construido y sea capaz de crear unos personajes y relaciones entre ellos bien creíbles. Los actores están en general a buen nivel, destacando la protagonista absoluta Belén Rueda con una gran interpretación. Pero es la dirección de Bayona la que luce en todo momento al darle el ritmo, la perspectiva y el tratamiento a la historia para que se eleve sobre las habituales del género.
Buena cinta de terror.
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