El padrino 2

Obra maestra de 1974 dirigida por Francis Ford Coppola. El joven Michael es definitivamente el nuevo Don de la familia Corleone, centrando sus negocios en Las Vegas. Tras sufrir un terrible atentado, se centra en la búsqueda del traidor que ha permitido el intento de asesinato. Paralelamente, vemos la historia de Vito Corleone desde que tiene que dejar Sicilia hasta que se convierte en la cabeza de un clan mafioso, pasando por los humildes orígenes en América.
El enorme éxito de la primera parte permitió a Coppola seguir contando la historia de la familia Corleone en una doble vertiente: una secuela desde donde terminó la primera y una precuela de los inicios del Padrino. Esto fue una apuesta arriesgada del director y que complicaba la narración, pero que superó magistralmente con una compleja e ingeniosa estructura. Aunque las dos partes, que se van intercalando hábilmente gracias a un acertado montaje, son geniales, la precuela es mucho más interesante y de más calidad, si bien en la secuela vemos una complicada trama que introduce a su protagonista en una espiral ética y moral de difícil solución. Los orígenes de la familia está protagonizada por un soberbio Robert de Niro que hace lo que parecía imposible: que "casi" no echemos en falta a Marlon Brando. Su interpretación es a la vez fría y cálida, estando siempre perfecto. Esta parte es narrativamente más sencilla, explicando cómo pasa de ser un humilde trabajador a encabezar una poderosa familia. Destaca la ambientación conseguida, con una dirección artística y vestuario magníficas. En la secuela es el guión (del propio Coppola y el autor de la novela, Mario Puzo) la pieza clave al tratar con habilidad una compleja trama de traiciones y dudas morales del gran protagonista, el gélido Al Pacino que repite una gran actuación. Está genialmente acompañado por Robert Duvall, John Cazale, Diane Keaton, Lee Strasberg, Talia Shire... Nino Rota también se encarga de la maravillosa banda sonora, esta vez con Carmine Coppola, inspirándose en las inolvidables melodías de la primera parte.
Imprescindible.