Ben-Hur

Quintaesencia del cine de romanos, obra maestra del genial William Wyler de 1959. Cuenta la historia de traición y venganza de Judá Ben-Hur cuando su amigo tribuno romano quiere castigarlo para dar ejemplo de dureza ante los rebeldes judíos. Ben-Hur sufrirá todo tipo de sucesos "casuales" para finalmente volver a verse con su antiguo amigo.

Espectacular obra de principio a fin, con el perfeccionismo que caracteriza a este director y mezclando las impresionantes escenas de acción y entretenimiento total con otras más íntimas pero de igual belleza. Todo en la película es redondo sin encontrar nada débil, y apenas ha envejecido (algunos detalles de efectos en la batalla naval), a pesar de haber transcurrido más de medio siglo. Todo brilla bajo la experta batuta del maestro Wyler: el guión de Karl Tunberg basado en la novela de Lewis Wallace (excelente combinación de venganza y piedad que nos va mostrando, con las vidas paralelas de Jesús y Ben-Hur), la música de Miklós Rozsa, la fotografía de Robert Surtees, el montaje, la dirección artística, el vestuario, los efectos especiales, las interpretaciones,... Hay escenas que aún hoy siguen sorprendiendo, como la mítica carrera de cuádrigas, realmente impresionante ejercicio de dirección, aunque hay muchas otras que se han quedado grabadas en la memoria colectiva. Las actuaciones son también extraordinarias, empezando por un magnífico Charlton Heston que realmente se mete en el papel y nos regala una interpretación inolvidable (sus miradas están llenas de pasión, ya sea de bondad o de odio). Los secundarios están soberbios: Stephen Boyd como el traidor y arrogante amigo, Hugh Griffith (ganando el oscar al mejor actor secundario por su papel de dueño de cuádrigas), Jack Hawkins, etc.

Imprescindible obra maestra.