Siguiendo la progresión de la saga, ésta ya no es una historia para niños, sino un producto más para adolescentes. Se ha perdido "la magia" y el encanto que tenían las primeras entregas para convertirse más en una respuesta comercial a la demanda generada. No tiene tampoco el ritmo que debiera por estar sumidos en una guerra, o más bien en una búsqueda a vida o muerte. Salvo en un par de momentos, le falta mucho brío y continuidad. Creo que el punto más débil es el guión de Steve Kloves, que no ayuda para nada a la floja dirección de Yates. A los amantes de la saga les será suficiente avanzar en la trama de Potter y seguir disfrutando de sus aventuras, pero tiene unos altibajos enormes y demuestran que la duración es excesiva. El apartado técnico es realmente bueno, así como la interpretación de algunos de los actores.
Para incondicionales de Harry Potter.
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