Leisen es un maestro que tiene auténticas joyas en varios géneros, pero en esta ocasión no estuvo tan afortunado. Le falla en buena medida una trama que es un poco sosa y falta de gancho, que luego acaba en un guión sin brío y que no despierta el interés del espectador (esta vez no contó con genios como Wilder, Sturges o Brackett). Empieza bastante bien, pero en quince minutos cae en algunas lagunas (cosas absurdas) que destruyen completamente el interés despertado. Durante buena parte de la cinta la inverosimilitud reina en las aventuras del espía, y tampoco goza de buena química entre sus dos protagonistas. Éstos, Ray Milland y Marlene Dietrich no lo hacen mal, pero tienen uno papeles en los que no encajan de ninguna manera. No obstante, Leisen mantiene su elegancia al rodar y hay escenas que dan muestra de ello.
Poco interesante aunque con algunas pinceladas de calidad.
Primera vez que estoy en desacuerdo contigo, José María. He visto esta película varias veces y nunca me aburre. Yo creo que, sí, es una película menor, pero bien hecha y entretenida. Para mí, el mayor logro es que uno al final sí cree que los protagonistas están enamorados, y eso que Marlene era una gitana con el pelo olor a pescado que no le hacía ninguna gracia al personaje de Ray Milland al comienzo. Ella está muy divertida, dinámica; y él, muy bien como el desconfiado militar. Además las escenas de suspenso son atrapantes y al menos yo estuve intrigada toda la película sobre cómo terminaría la historia y no me decepcionó :) Saludos desde Chile!
ResponderEliminarGracias Clara por tu comentario, me parece muy interesante. Posiblemente yo estaba influido por las expectativas que generé al estar ante una película de Mitchell Leisen. Sin duda, viniendo de otro director la habría valorado mejor, pero siendo de él esperaba mucho más.
ResponderEliminarCreo que la manera de contar la historia, me refiero al flashback, le quita suspense, pues vemos al protagonista al inicio y que recibe unos pendientes....
Saludos desde España.