Thriller psicológico de 1948 dirigida por Douglas Sirk. Una mujer despierta en un tren sin recordar cómo llegó allí. Consigue regresar a su casa junto a su marido pero le siguen ocurriendo cosas extrañas, por lo que decide ver a un psiquiatra, pero eso sólo empeorará la situación...Sirk se mete en el terreno del suspense con una historia que tiene importantes paralelismos con otras películas mucho más conocidas y que el espectador enseguida relaciona. La trama plantea un misterio que se puede adivinar a los pocos minutos y el suspense gira hacia el autor de los hechos y saber exactamente lo que quiere hacer y cómo. Mantiene una buena atmósfera ayudada por una gran dirección artística y de fotografía. El ritmo es bueno, aunque en alguna escena alarga en exceso la situación y sólo consigue que baje la tensión. El suspense comentado es capaz de mantenerlo hasta el final. Entre el reparto destaca la estupenda Claudette Colbert, sin embargo no es ni su mejor película ni su más brillante actuación. En general es elegante y bien hecha, aunque le falta algo más de originalidad y chispa
Entretenida y visualmente atractiva.
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