Se trata de un western con tintes de drama psicológico, explotando Walsh este último aspecto para crear una intriga que va desgranando poco a poco y con sabiduría hasta la escena final, donde da la última pieza del puzzle. El guión de Niven Busch está bien construido y nos cuenta la historia a modo de flashbacks y con el protagonista narrando la historia hasta que alcanzamos el presente justo para resolver el suspense. El fondo es dramático y hasta trágico, siendo una persona perseguida buscando su final. Para sacar más provecho a ese lado psicológico del trauma y las pesadillas, Walsh utiliza muchas escenas nocturnas y de interiores, apoyándose con una buena fotografía de James Wong Howe. El dúo femenino es excelente, con Teresa Wright y Judith Anderson (curiosamente, ambas trabajaron con otro maestro, Hitchcock, inmortalizando esta última el ama de llaves de Rebecca), y el protagonista es un imponenteRobert Mitchum, aunque habría que decir que bastante inexpresivo.
Notable western.
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