Trapecio

Película de 1956 dirigida por Carol Reed. Un joven trapecista llega a París en busca de una leyenda viva del trapecio que se vio forzado a dejar la profesión tras sufrir un accidente. Su intención es que le enseñe a realizar el triple mortal, algo que sólo un puñado de hombres han conseguido a lo largo de toda la historia. Pero se encontrará a un hombre huraño y rencoroso al que será difícil convencer. Y para complicar más aún la situación, una mujer se interpone entre ellos.

Se trata de un drama circense realizado con gran calidad, un estupendo director y un brillante reparto. Retrata bien la belleza y el peligro del mundo del circo, la trama es interesante y tiene fuerza, aunque la aparición de la chica hace que se enreden la relaciones y, con ello, se desplaza el centro de gravedad desde el circo hacia el triángulo amoroso. Los tormentos y la reconciliación profesional del protagonista, junto con todos los participantes del circo son suficientemente interesantes como para crear dicho triángulo sin que reste por algún lado. Lidera el reparto un gran Burt Lancaster quien se mueve como pez en el agua recordando sus orígenes, y se luce en las tomas en el trapecio sin necesidad de ningún doble. Tony Curtis le secunda a un buen nivel como el ágil principiante y cierra el triángulo Gina Lollobrigida, que queda a mucha distancia de ambos. Tiene una buena dirección artística que consigue recrear adecuadamente el encanto de este entorno único.

Entretenida y bonita historia del mundo del circo.