viernes, 14 de septiembre de 2012

La gran prueba

Película de 1956 dirigida por el maestro William Wyler. Una familia de cuáqueros vive con tranquilidad en su granja de los EE.UU. ocupada en los quehaceres diarios mientras el país vive una guerra civil. De vez en cuando, un militar se acerca a la comunidad de este grupo de cristianos para pedirles que se alisten, lo cual rechazan por estar en contra de la violencia. Pero el padre de familia sabe que si se acerca la contienda supondrá una dura prueba para él tener que elegir entre defender a su familia o mantenerse fiel a su religión. Wyler quiso retratar la coyuntura que sufre un grupo de personas, centrándose en una familia en particular pero que viven en una comunidad, cuando ven amenazadas sus familias, granjas y forma de vivir en general, y deben decidir si las defienden o guardan sus profundas creencias religiosas que les hace rechazar cualquier tipo de violencia. Está enmarcado en una zona rural durante la Guerra de Secesión, pero sólo es el marco para desarrollar esta historia. Rueda con su habitual clase y elegancia, con las pequeñas anécdotas cómicas que pueden ocurrir en cualquier familia, pero alarga innecesariamente el argumento hasta casi las dos horas y media, si bien no se hacen largas. Cuando termina el espectador piensa que el importante dilema no ha tenido la atención que merecía y se ha despachado más rápido de la cuenta. Sobresalen la bella música del gran Dimitri Tiomkin y el genial Gary Cooper que vuelve a bordar su papel. Junto a él aparecen un algo acartonado y muy joven Anthony Perkins y otros actores como Dorothy McGuire y Marjori Main. Bonita cinta sobre la vida rural y religiosa.

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