jueves, 4 de abril de 2013

El bosque petrificado


Película de 1936 dirigida por Archie Mayo. Un banda de gángsteres llega a un bar en medio del desierto y toma como rehenes a todos lo que allí están. Acaban de realizar un atraco y esperan a otro grupo para escapar a México. En esa situación los diferentes personajes responden de muy distintas maneras a la presión de estar encañonados, hasta que se acerca el final.
Cinta particularmente conocida como la que lanzó al gran Humphrey Bogart al estrellato a pesar de tener un papel secundario pero que, sin duda, eclipsa a los principales. Es la adaptación de una exitosa obra de teatro de Robert Sherwood y que Mayo rueda casi como tal, con muy poca variedad de escenarios y usando normalmente planos generales y con mucha profundidad de campo. Lo mejor son los diálogos y las interpretaciones, pero flaquea mucho en la propia trama ya que pivota alrededor de una historia de amor tan inverosímil como absurda. Si dicha relación tuviera más credibilidad y realismo (y mucha menos cursilería) estaríamos ante una película maravillosa, a pesar de que la atmósfera general de tensión que se presupone no se llega a palpar con frecuencia. Mayo deja que sean los actores con esos diálogos que habían tenido éxito en Broadway los que lleven el peso de la cinta, entre los que destacan el ya mencionado Bogart y el veterano Charley Grapewin como el encantador abuelo, mientras que los protagonistas Leslie Howard y la joven Bette Davis tan solo cumplen con su cometido, aunque hay que reconocer que sus roles tienen la complejidad de hacernos creer lo increíble. Tiene una muy buena fotografía de Sol Polito que le da una gran calidez y nitidez a todos los fotogramas. También destaca el romántico final que hubiera sido mítico si lo anterior fuese más realista.
Buena cinta con grandes actores.

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