viernes, 14 de marzo de 2014

Lunas de hiel


Película de 1992 dirigida por Roman Polanski. Un joven matrimonio inglés está de crucero celebrando su séptimo aniversario. El marido conoce a una seductora francesa y a su marido minusválido, con quien va compartiendo algunas charlas. En ellas, el hombre en silla de ruedas le va contando cómo ha sido su relación con la bella joven desde que se conocieron, dando cada vez más detalles sobre su vida sexual. A pesar de que el inglés se siente incómodo, es atraído por la chica y por las historias que le cuenta el marido, por lo que va pasando cada vez más tiempo con ellos. Mientras tanto, la esposa empieza a sospechar que puede estar empezando una aventura con la chica.
Adaptación de la novela homónima de Pascal Bruckner sobre el matrimonio, el amor y el sexo (argumento que se podría resumir con el dicho por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo). Polanski recoge de forma explícita la evolución de la relación sexual de una pareja hasta su degeneración, de manera que es apta sólo para mayores de edad. Quiere mostrar lo que aparentemente es una pareja normal llena de rutina, aburrimiento y deseos ocultos, y otra más pasional y extrema en todos los sentidos. La cinta está cargada de erotismo y la carga sexual es elevada, pero no va más allá de absurdos tópicos y explotar las posibilidades visuales de la protagonista femenina. Seguro que a los aficionados al cine erótico les encantará porque está bien hecha y tiene algunas escenas buenas, pero no tanto a otro tipo de espectadores. Los cuatro protagonistas funcionan bien en sus respectivos papeles aunque sin brillar: Peter Coyote, Emmanuelle Seigner, Hugh Grant y Kristin Scott Thomas.
Para un público determinado.

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